El color del silencio
de Elia Barceló
Helena Guerrero, es una pintora de fama internacional
que reside en Australia desde hace más de 20 años. A pesar de ser una mujer ya
madura, de fuerte carácter, dura, segura, altiva e independiente, hay algo que
la lleva atormentando desde hace más de 50 años y que, desde que ocurrió, ella
no ha hecho más que huir, esconderse y cargar sobre sus espaldas con un
sentimiento de culpa y de impotencia que ha estado siempre presente en su día a
día e incluso, en toda su obra: la violación y el brutal asesinato de su
hermana Alicia, cuando toda su familia vivía felizmente en Rabat en el año
1969.
Aquel trágico día, toda la familia (Gregorio y Blanca –
padres de Helena y Alicia, Jean Paul – marido de Alicia y la propia Helena),
así como un gran grupo de amigos, se preparaban para celebrar una gran fiesta
en la impresionante casa que la familia Guerrero poseía en Marruecos, La Mora,
para conmemorar la llegada del hombre a la luna; Marruecos, era su hogar desde
hacía casi 30 años, cuando, después de la Guerra Civil, Gregorio fue destinado
al “servicio diplomático” del país vecino, tras su paso glorioso por el
ejército ; sin embargo, lo que nadie se podía imaginar, es que la velada tendría
un desenlace tan dramático: Alicia salió a realizar unos recados por la tarde y
ya nunca más volvió. Cuando encuentran su cadáver, la familia se rompe por
completo: Helena decide desaparecer y embarcarse en una vida marcada por el
desenfreno, los viajes, el sexo, las aventuras, la búsqueda de respuestas y
especialmente, por expresar a través de su arte todo lo que la está destrozando
por dentro. Sus padres, deciden volver a España, para no tener que vivir cada
día en un lugar tan lleno de recuerdos de su Alicia, de aquellos días felices
que saben que nunca volverán… Y Jean Paul, el marido, sumido en una fuerte
depresión, decide quedarse allí, aislado del mundo, para no tener que olvidar
ni alejarse de lo que no es capaz de olvidar…
Ahora, a sus casi 70 años, Helena está a punto de tener
que enfrentarse a los fantasmas que tantos años la llevan atormentando: su
nieta, que vive en Madrid, está a punto de casarse, y ella, junto con su actual
pareja, Carlos, asistirá a la boda. Su vuelta a Madrid hará que tenga que
remover, literalmente, muchos aspectos de su pasado, y allí, entre viejas
cartas, fotografías, diarios y libretas, encontrará respuestas que nunca había
imaginado encontrar, pero lo más impactante, es que oscuros e insospechados
secretos y misterios que rodean a su familia saldrán a luz, demostrarán que
nada ni nadie son en realidad lo que parecen, y estos hechos, harán que todo en
ella, y en lo que creía saber sobre su familia, cambie para siempre.
Con una protagonista de lo más atípica, arrolladora y
peculiar, con una vitalidad y una forma de saborear la vida que ya le gustaría a
mucha gente mucho más joven, y que a pesar de su arrogancia, su prepotencia y
su poco tacto a la hora de relacionarse con los demás consigue finalmente
ganarse nuestro afecto, la autora crea una compleja y perfectamente elaborada
historia que es una auténtica delicia, que te envuelve, que te atrapa y te hace
viajar en el tiempo y en el espacio, haciéndote traspasar las páginas del libro,
para ir a parar a un lugar de ensueño, donde una trama realmente apasionante te
hará suspirar, emocionarte, conmoverte, enfadarte, disgustarte, pero sobre
todo, entusiasmarte de principio a fin: os advierto que es uno de esos libros
que una vez que se empiezan no pueden soltarse, que sientes a la familia
Guerrero como la tuya propia y que te sumerges de lleno mientras avanzas en la
historia.
A través de tres líneas temporales que se irán
alternando magistralmente a lo largo de la novela y que, por muy complicado que
pueda parecer el planteamiento, Elia Barceló hace que toda fluya de forma
serena, natural y sencilla, es así como la escritora nos lleva a los años 30
(cuando Blanca y Gregorio se conocen en Valencia, se enamoran y se van a vivir
a Marruecos), a los años anteriores y posteriores a 1969 (cuando Alicia fue
asesinada) y a la época actual, en la que Helena comenzará una exhaustiva
investigación sobre el pasado de su familia; todo ello narrado por una pluma
que, con un estilo de lo más cuidado, de lo más dinámico y elegante a la vez,
nos hará partícipes de una trama en la que intriga, amor, venganza, culpa,
secretos e historia de nuestro país se convierten en los temas claves que
consiguen que esta novela resulte tan atractiva y tan apetecible desde el mismo
instante en que la empiezas.
En cuanto a los personajes, y a pesar de que Helena
Guerrero pueda parecer la protagonista indiscutible, por ser el eje central del
que parten toda la serie de acontecimientos que se desencadenarán a lo largo de
la novela, lo cierto es que en realidad, estamos ante una novela coral, en la
que, dependiendo del momento de la trama en el que nos encontremos, serán unos
u otros miembros de la familia Guerrero Santacruz los que llevarán el peso de
la historia.
Por ejemplo, en el plano temporal de los años 30, una
parte que yo personalmente disfruté muchísimo, serán Blanca y Gregorio, los
padres de Helena y Alicia, en torno a quienes gire todo el argumento. Los vemos
conocerse, enamorarse, casarse, y dejar España para comenzar una vida en
Marruecos llenos de ilusión, de planes, de pasión y de amor. Blanca y Gregorio
nos recuerdan al típico actor y a la típica actriz de los años dorados del cine
hollywoodiense, de los años 50 del cine americano: guapos, con clase, con
carisma y con esa elegancia indiscutible de los grandes de aquella época.
Blanca me encantó desde el primer momento, tan moderna, tan decidida para los
tiempos que le tocó vivir, y él, pues para qué negarlo, nos conquista también
desde el primer instante, a pesar de todo lo que arrastra su personaje consigo
(nunca pensé que al personaje de un militar tan cercano a Franco, a su régimen,
tan de derechas… pudiera llegar a cogerle el cariño que en cierto sentido se le
coge a Goyo- como llama cariñosamente a Gregorio su familia y sus seres
queridos). Pero es que Goyo es especial, inteligente, carismático, agradable, con
don de gentes, tiene un no-sé-qué que encandila, una sonrisa que enamora, es
cariñoso, atento, se vuelca con su mujer y con sus hijos y sólo es feliz si los
que están a su alrededor son felices… Es increíble cómo la autora, y a pesar de
todos los pesares que rodean a su personaje como digo, consigue que el lector
sea capaz de medio “obviar” ese aspecto y quedarse con el Goyo que es todo
corazón. La ambientación de esta parte de la trama tanto en Valencia (donde se
conoce la pareja) como en Marruecos, también nos hará revivir el glamour, la
elegancia y el exotismo propio de los grandes clásicos del cine de aquella
época.
Y así, y a modo de puzle, poco a poco y por medio de
saltos temporales, cartas, fotografías, viejos documentos… la autora nos va
proporcionando las piezas necesarias para recrear la imagen final que conforma
esta historia, y nos vemos envueltos en una saga familiar de lo más apasionante
que hará las delicias de todos aquellos que disfruten con las intrigas,
secretos y misterios del pasado que esconden algunas familias, yo os adelanto
que, la que protagoniza esta novela, es una familia de lo más especial y de las
que son muy difíciles de olvidar. Con una ambientación idílica, un estilo de lo
más cuidado y los ingredientes temáticos perfectos para atrapar al lector, la “paleta”
de esta escritora dispone de las tonalidades idóneas para que, El color del silencio se convierta en
una historia inolvidable, una historia tan visual que yo, ya me estoy
imaginando en la gran pantalla…
Una pequeña aclaración…
Algunos os preguntaréis por qué no le doy la máxima
puntuación si es un libro que me ha gustado tanto; la explicación es muy
sencilla: es un libro para mí cuatro estrellas y media por un par de “intrigas”
en la trama que me parecieron predecibles y que fui capaz de averiguar e
imaginar antes de que fueran desveladas en la historia; no obstante, y a pesar
de que contaba con ello, estos “descubrimientos” no le restaron emoción o
disfrute en ningún momento a la novela, pero claro, impiden que para mí la
historia sea “redonda”… También hay un par de puntos que no me convencieron del
todo, uno casi al principio y un par de ellos al final, de los que no puedo
hablar sin hacer spoiler pero que también han influido un poquito en la
puntuación ;-)