TRES MIL NOCHES CON MARGA

                   Tres mil noches con Marga de Pedro Ramos

Sigo preguntándome cómo no me había enterado antes de la existencia de esta novela, cuya protagonista es de Coruña y cuya trama, transcurre en gran medida en un pueblo de la Ribeira Sacra. Siendo gallega y coruñesa, nada más descubrirla me hice con ella, y la he terminado en apenas un par de días. Os voy adelantando ya, que no dudéis en coger la llave que la portada tan tentadoramente nos ofrece, pues os abrirá las puertas de una historia de lo más emotiva y especial.

La protagonista de la novela es Margarita Durán, y la novela se centra en tres épocas trascendentales de su vida : cuando todavía es Margarita, una adolescente rebelde de 15 años, que vive su primer amor y que atraviesa una etapa difícil y bastante complicada, en la que experimenta y descubre cosas no siempre demasiado buenas; cuando se convierte en Marga, una joven que acaba de doctorarse en biología y vive una vida independiente en Madrid; y M, una mujer ya en la treintena que vive en Alaska, donde trabaja como investigadora en una de las universidades del país.

La novela se divide en capítulos protagonizados por Margarita, Marga y M, llamados Heroína, Matrimonio Y Navidad. El autor, va alternando e intercalando el orden de los mismos, intrigando al lector desde el primer momento, ya que, desde que comenzamos el libro, queremos saber qué ha ocurrido en el pasado de Margarita para convertirla en la mujer en la que se ha convertido, y para haberla distanciado de su familia de la manera en la que lo ha hecho.

Una novela de secretos familiares, de silencios, protagonizada por un personaje complejo, difícil, pero a la vez muy especial. Margarita es complicada, siempre lo ha sido, siempre ha tenido magia pero también siempre le ha costado encajar, encontrar su lugar.

La novela está narrada de forma muy sencilla, se lee muy bien, del tirón, no resulta aburrida en ningún momento, y consigue atraparte hasta que descubres todo lo que ha ocurrido en el pasado a Margarita. Lo que me ha gustado, es que, a pesar de utilizar un estilo en apariencia tan simple, el autor es capaz de meterte en la piel de la protagonista, de notar su coraza, el escudo que se ha puesto tantos años atrás, de intentar comprenderla, y por supuesto, logra que, a pesar de sus complejidades, acabemos cogiéndole mucho cariño a M, a lo que ha sido, a lo que fue, y a lo que es, entendiéndola, compadeciéndola y deseándole el mejor de los futuros.

Me ha encantado también la ambientación, no sólo por los lugares que se mencionan en el libro y que conozco tan bien, sino, por cómo recrea las diferentes épocas y diferentes hechos históricos que yo también viví en primera persona y que me han puesto la mar de nostálgica y me han hecho revivir mil y una historias de mi niñez, de mi adolescencia y de mi juventud, la mayoría de los recuerdos han sido muy buenos : como las cintas TDK, en las que grabábamos nuestras canciones favoritas y era dificilísimo que el locutor de turno no nos fastidiara parte de la canción, las lentas en las discotecas, los chupitos llamados cerebritos, los veranos en los pueblos o al aire libre, en los que salías por la mañana y sólo pasabas por casa para comer y merendar, los primeros besos, el primer amor, las cartas que escribíamos cuando todavía no existía ni el móvil, ni el ordenador ni nada por el estilo, los partidos trascendetales en la historia del Depor y del Superdepor…. Pero también hay recuerdos no tan buenos, y que el autor sabe recrear muy bien en la historia, como la época en los 80 en la que había demasiada gente metida en la droga, y aquí, en Monte Alto, como bien menciona en el libro, teníamos el autobus de la droga, que los vecinos decidieron quemar, hartos ya de tanta muerte y de tanta desgracia entre sus jóvenes, había jeringuillas en los parques, en las calles, en los portales, y cuando de niños bajábamos por el Campo de Marte, bien sabíamos lo que allí íbamos a encontrar. También recuerda los años duros de ETA, y cómo se movilizó toda la población cuando secuestraron a Miguel Ángel Blanco, recuerdo también ese día como si fuera ayer… En definitiva, que el marco en el que encuadra la historia de Margarita, bien podría haber sido el marco de cualquiera nacido en los años 70, se hace muy cercano, muy palpable, tanto, que logra conmover al lector, desde la propia historia de la protagonista, y desde “su” propia historia personal : un tándem perfecto de sentimientos.

No dudéis en pasar, ya no digo tres mil, pues la novela se lee en un suspiro, pero sí, un par de noches con Marga. Una historia sencilla, pero a la vez deliciosa, conmovedora y la mar de emotiva. Una historia de secretos, de silencios, narrada en tres tiempos de una forma de lo más original, que logra sorprender y enganchar al lector desde la primera página hasta la última.