Esta es la historia de cómo empezar a ojear un libro
del que no tienes ninguna referencia y leerte 200 páginas del tirón, sin apenas
darte cuenta del tiempo que le has dedicado, por lo entretenidísima que has
estado.
Nada más abrir el libro, me encontré con una vieja
fotografía, en la que tres hombres y un niño en primer plano, sonríen a la
cámara. Detrás de ellos, un antiguo avión y un hombre de espaldas que lo
observa, parece que, con detenimiento.
Me encantan las historias en las que viejas fotografías
esconden grandes secretos y misterios del pasado, así que, con la foto en las
manos, me sumergí ilusionada en las páginas de esta, ya os adelanto, magnífica
novela.
Estamos ante una novela de estructura compleja y de
cuyo argumento tampoco se puede desvelar demasiado para que se pueda disfrutar
en condiciones.
Son dos tiempos, principalmente, los que nos vamos a
encontrar en el libro, y serán tres las tramas que lleven el peso del
argumento.
Berlín, año 1941. Un misterioso hombre al que todos
conocen como El Extranjero, está intentando venderles una nueva máquina de lenguaje
encriptado a los nazis. Si logra convencerles de que esta máquina es mucho
mejor que Enigma, sabe que logrará hacerse con una inmensa fortuna. Su objetivo
es conseguir ese dinero sí o sí, y para ello, hará todo lo que sea necesario.
Bilbao, año 1983. Conocemos a Alain Lara, jugador
promesa del Athletic, y a su abuelo, Rodrigo Lezo, que lo es todo para él. Alain
y Rodrigo, no pueden estar más unidos, así que el día que Rodrigo desaparece y
muere en las más extrañas circunstancias, Alain moverá cielo y tierra para
averiguar lo que le ha pasado. Será Alain, el que encuentre la foto de la que
os hablaba al principio, y se sorprenda al descubrir que, otro de los hombres
que aparece en la imagen, y del que no tenía ni idea de que su abuelo conocía,
es un acaudalado y célebre empresario de Bilbao, Ignacio Aberasturi, quien,
casualmente, también acaba de morir de forma inesperada.
Alain decide ponerse en contacto con María, hija del
empresario, para averiguar la relación que existía entre su abuelo y el padre
de ella, y para intentar descubrir, si las repentinas muertes de ambos hombres han
sido una simple casualidad o es que alguien ha decidido acabar con sus vidas.
Cuando tras hablar con María, aparecen nuevas piezas en
el puzle que aportan claras pruebas a sus sospechas iniciales, empezarán juntos
una trepidante investigación en las que averiguarán qué relación había entre
Rodrigo Lezo e Ignacio Aberasturi, pero también, qué relación tenían estos dos
hombres con el Berlín nazi, una relación que les hará descubrir hechos que
nunca hubieran imaginado y que, en realidad, casi preferirían no haber
descubierto.
La tercera parte de la trama se desarrolla también en
Bilbao, en 1983, y está narrada en primera persona a modo de diario o de
memorias, por el abogado bilbaíno David Schaffer. David Shaffer se nos presenta
como un abogado de unos cuarenta años, y David, no es un simple abogado, sino
que es uno de los mejores abogados del mundo, tal y como él nos cuenta. David
está a punto de contarnos la historia de su vida, porque David, sin saber
todavía el por qué, ha tenido que ocultarse en un extraño escondrijo porque hay
una cosa de la que está completamente seguro: está a punto de morir, alguien
está a punto de terminar con su vida, y él no quiere morir sin dejar antes
escrita su historia.
¿Qué relación existe entre los personajes que hallamos
en cada una de las tramas? ¿Quiénes son las personas que aparecen en esa
fotografía?¿Qué relación puede haber existido entre ellas?
Hacía mucho que no me encontraba con una novela tan
genuina, tan diferente a lo que encontramos últimamente. Una novela compleja,
con un argumento y una estructura de lo más original, que a pesar de la
dificultad que la idea podía entrañar, tiene como resultado, sin embargo, una
lectura de lo más ágil y entretenida, una lectura de esas que estamos deseando
llegar a casa para poder volver a ponernos con el libro, una lectura de esas
que sabemos que le vamos a robar horas al sueño, porque tenemos que llegar al
final sí o sí.
Me ha gustado mucho la ambientación de la novela, tanto
el Bilbao de los años 80, como el Berlín de los años 40. Me ha sucedido algo
que me ha encantado y me ha parecido sorprendente que el autor haya conseguido
provocar este efecto en mí, y es que, en la parte que transcurre en Berlín, mi
cerebro cambiaba automáticamente al blanco y negro, y todas las escenas de esta
parte de la trama, las he vivido como si de Casablanca o alguna otra peli de la
época se tratara: esto me demuestra lo fantásticamente bien ambientada que está
la historia y lo mucho que yo me sumergí en ella.
El mundo del fútbol, de los espías en la época nazi, de
la abogacía, de los empresarios de alto nivel, se unen en esta novela de una
manera impecable, y os garantizo que, por muy extraño que al principio pueda
parecer meter en la misma historia todos los ingredientes mencionados de esta
novela, la receta final, es propia de una estrella Michelin.
Magnífica también ha sido la forma en la que el autor
ha creado a sus personajes: son cercanos, palpables, reales desde el primer
momento, son ellos los que nos hacen sumergirnos con tanta intensidad y tanto
realismo en la trama, los que nos hacen vivir con emoción la historia desde la
primera página y nos envuelven en una carrera de obstáculos de ritmo
vertiginoso hasta el final. Me han encantado todos y cada uno de ellos, los
buenos y los malos, porque todos ellos son intensos, atípicos, y claros
ejemplos de muchas de las virtudes y defectos de todo ser humano. En relación a
esto, tengo que destacar, cómo el autor nos acerca al “yo” más íntimo de sus
personajes de una forma de lo más original y sorprendente, ya que, al inicio de
cada capítulo, el autor escribe citas, pero no citas de otros libros o de gente
importante, citas de los propios personajes de su novela que aportan un halo de
intimismo a la historia.
En resumen, y por todo lo dicho anteriormente, creo que
no cabe duda que esta ha sido una novela que he disfrutado muchísimo, tanto por
la trama y la originalidad de su estructura, como por los personajes que dan vida
a esta fantástica historia. Ya sólo me queda invitaros a disfrutar caminando,
corriendo, escapando y ocultándoos por esta, La ciudad de la lluvia, pero sin paraguas, porque esta historia, es
de la que se disfrutan empapándose al máximo de ella.