sábado, 28 de abril de 2012

EL NÚMERO DE LA TRAICIÓN


                   El número de la traición de Karin Slaughter

Por una carretera de Atlanta, nos encontramos con un matrimonio mayor conduciendo de regreso a casa, cuando de repente atropellan a una mujer. Al bajarse, comprueban que la mujer ya había sido brutalmente atacada antes del accidente, y que los daños sufridos en su cuerpo harían estremecer hasta al más frío de los médicos… nadie se explica cómo, pero todavía tiene constantes vitales, por lo que es trasladada a urgencias inmediatamente…

Los agentes de policía Faith Mitchell y Will Trent, se encargarán del caso, y pronto averiguarán que esta víctima no es la única que ha caído en manos de un desalmado psicópata… A las pocas horas de comenzar la investigación, el cadáver de otra mujer es encontrado en la zona, y las atrocidades que han hecho con ella son tan macabras como las que se han cometido con la primera víctima.

En el hospital, la doctora Sara Linton, se encarga de la mujer atropellada. Siente verdadera lástima por lo que ésta debe estar pasando y necesita ayudarla… Sara es viuda de un policía, había sido forense en su anterior destino, y ahora se encuentra en el hospital de Atlanta intentando buscar de nuevo un sentido a su vida después de haber perdido a la persona que hacía girar las manecillas de su mundo… Poco a poco, se va involucrando en la investigación policial, para la que resultará de gran utilidad su amplia experiencia y su inteligencia.

Poca información obtienen de la víctima, sólo creen entender que se llama Anna y que tiene un hijo… Las descripciones del deterioro físico que padece son muy, muy específicas, y en el momento en que se relata la forma en que le han arrancado una costilla en vivo, casi percibimos el desgarro en nuestra propia carne…

Faith y Will tienen muy pocos datos para lograr encaminar la investigación. Sólo saben que las víctimas eran mujeres muy guapas, con una vida profesional de éxito, y muy poco queridas por la gente que las rodeaba, quienes las catalogaban de personas desagradables y egoístas. ¿Pero será este perfil tan similar entre ellas el que hará que el asesino las elija para llevar a cabo sus morbosos actos? Por desgracia, ellas no serán las últimas, y el caso se complicará cada vez más, teniendo que hurgar en el oscuro pasado de estas mujeres, para encontrar el nexo de unión, que finalmente nos de la clave que necesitamos, para poner en orden todas las piezas de este rompecabezas, tan hábilmente diseñado por la autora.

Estamos por lo tanto ante un thriller, del que yo diría que tiene una estructura muy cinematográfica. La historia es muy visual, la autora nos va presentando las escenas, con sus personajes, sus diálogos, todo por capítulos que cuando finalizan crees poder estar viendo al director gritando un “corten” y pasando a la siguiente escena … muchas veces me parecía estar disfrutando de uno de los capítulos de una de las tantas series de forenses que tenemos en la televisión.

El ritmo de la historia no es trepidante, consigue volverse más intenso y emocionante en la segunda parte del libro, pero en la primera mitad, aunque todo lo que se contaba me parecía muy interesante y consideraba que estaba muy bien hilvanado, las páginas se me pasaban demasiado lentas, y no me gusta leer una novela policíaca con un ritmo tan tranquilo. Había mucha acción en el contenido pero en cambio el continente no le hacía justicia.

Por otra parte, en lo que respecta a los personajes, tengo que decir que todos los protagonistas han conseguido ganarse mi respeto y también mi simpatía. Los tres profesionales que protagonizan nuestra historia, no cumplen para nada el prototipo de figura heroica y perfecta que podíamos esperar. Todos ellos atraviesan o han atravesado por situaciones personales muy dramáticas, todos arrastran una lacra de la que no podrán desprenderse mientras vivan… pero aún así, no se rinden, luchan e intentan superar sus problemas, pero eso sí, siempre solos, sin pedir ayuda. Me gusta mucho la forma en que la autora profundiza en el drama personal de cada uno, la novela no se centra sólo en los problemas de las víctimas; nos quiere acercar al interior de los que van a intentar salvarlas, nos muestra sus más íntimos secretos, sus más ocultos temores, y nos demuestra que nos son superhéroes, aunque por su profesión así lo parezcan, sino que son seres humanos como cualquier otro, aunque en este caso, con vidas mucho más duras que las de la mayoría….

Otro punto interesante a destacar, es que nos muestra una problemática social muy actual, vista muy de cerca, de forma muy directa, cruel, sin tapujos. Nos habla de la anorexia y de los abusos infantiles sin rodeos, como algo que existe a nuestro alrededor, que es horrible y muy duro, y en esta ocasión, la escritora nos habla de ello con todas las letras, quiere que nos duela esa realidad tan aterradora, y por lo tanto no se corta para nada en las descripciones de los hechos relacionados.

La historia es muy buena, de las que no es fácil de imaginar la solución ni descubrir al malo malísimo, puedes ir trazando pequeñas pinceladas de la explicación final en tu cabeza, pero aún así necesitas que la autora intervenga y ponga todos los puntos sobre las íes, y eso me gusta; y ya para terminar, deciros que a pesar de que el ritmo no sea vertiginoso, os la recomiendo a todos los que disfrutéis leyendo thrillers policíacos.


jueves, 19 de abril de 2012

EL SUEÑO DE LA CIUDAD

                   El sueño de la ciudad de Andrés Vidal

Barcelona, 1914. En una época de conflictos sociales, en una ciudad en continua transformación, conocemos a las familias Navarro y Jufresa, protagonistas de nuestra historia.

La familia Jufresa es una familia burguesa de bien, tienen un importante taller de joyería y una reconocida posición social. La figura principal en la novela de esta familia es Laura, la hija pequeña. Una joven de mente muy avanzada y liberal para la época, que vive la vida como la siente y como quiere, no como se espera que la viva; pasional, independiente, inteligente, formada como artista en la Escuela de la Llotja, no duda en irse a Roma sola, en aquellos tiempos, para perfeccionar sus técnicas y empaparse de las maravillas artísticas que la Ciudad Eterna puede ofrecerle. Tras su estancia en la ciudad y de regreso a casa, decide trabajar en el taller familiar, pero no siente su trabajo reconocido por su hermano Ferran, el ahora responsable del negocio, por lo que recomendada por un antiguo profesor, comienza a trabajar también de voluntaria en las obras del templo expiatorio (que quiere decir construido a base de donativos) de la Sagrada Familia junto a Gaudí, quien también participa de forma muy sabia en esta novela.

La familia Navarro está formada por Juan y sus hijos. Juan Navarro es un inmigrante que llegó a Barcelona  buscando una vida mejor y que encontró esa tranquilidad que anhelaba trabajando como conductor de tranvía. Un hombre entrañable que crió a su hijo Dimas solo desde que éste tenía ocho años.

Dimas es la figura masculina protagonista de la historia; en 1914 tiene veintiocho años y trabaja como mecánico en el taller de los tranvías. Se niega a aceptar un destino así, y luchará con todas sus fuerzas por abrirse paso y lograr ascender socialmente. Es un joven muy ambicioso, inteligente y observador, muy bueno haciendo gestiones y analizando a la gente, consiguiendo sacar de ellos todo lo que se propone, frío y calculador, se centra en su propio interés y en el de su familia para conseguir sus objetivos, y no presta demasiada atención a quien puede quedar tirado en el camino. Todas estas habilidades, le conducen a trabajar como mano derecha de Ferran Jufresa, lo que le llevará a ganar el dinero con el que siempre había soñado, pero también le conducirá al amor y a darse cuenta de que las cosas materiales no son lo que más importa en la vida.

Guillermo es el hijo pequeño de Juan, en realidad es su sobrino pero lo trata como a un hijo desde que cinco años atrás los padres de la criatura perdieran la vida durante la Semana Trágica. Un niño de ocho años muy despierto para su edad, que un día conoce por casualidad a Laura, pues su patio de juegos está próximo a la Sagrada Familia, lo que hará que Laura y Dimas tengan más de un encuentro fuera de horas de trabajo que hará que la chispa entre ellos salte ya definitivamente…

La historia de amor entre Dimas y Laura, no va a resultar nada fácil, pues pertenecen a mundos opuestos, y de ella se espera que se case con Jordi Antich, hijo de un importante comerciante barcelonés y muy amigo de la familia. La negativa de Laura a contraer nupcias con dicho heredero, hará que la familia Jufresa sufra serios problemas sociales y económicos a causa del “honor”…

Y rodeados de un ambiente social convulso, del que el autor hace un magnífico retrato, acompañaremos a estos dos jóvenes en su lucha por vivir como siempre han soñado, aunque el camino no será fácil y estará lleno de problemas, venganzas e intrigas … pero todo enmarcado por el maravilloso templo de la Sagrada Familia, del que seremos testigos presenciales de ese período de construcción muy, muy de cerca, conociendo de primera mano y muchas veces de boca del propio maestro, explicaciones de lo más interesantes (No os imagináis el número de veces que recurrí al ordenador para visualizar las imágenes que se mencionaban en el libro)

El libro me ha encantado. Andrés Vidal ya me había conquistado con su anterior novela "La herencia de la tierra", y ahora no me ha defraudado en absoluto.

Ya desde la primera página del libro supe que tenía ante mí una de esas obras que consiguen llenarme. Lo primero que quiero resaltar es la forma de narrar tan deliciosa y envolvente del autor, una prosa rica, hermosa, me ha llamado muchísimo la atención lo bien escrito que está libro, no sobra nada, ninguna palabra ha sido utilizada como artificio y ningún párrafo me ha resultado lento o denso en ningún momento. Es una maravilla poder disfrutar de un libro que refleja un gran dominio de la lengua y que se nota que está muy bien documentado, pues consigue así enriquecer enormemente  al lector, y ya sabéis que yo soy de las disfruta aprendiendo cosas con mis lecturas.

En lo referente a los personajes, Laura me cautivó desde que la conocí. Independiente, fuerte, decidida, se come la vida con su pasión, con su arte… me encantó verla conducir (¡en aquella época!) y participar en las tertulias de los cafés (tan propias de los hombres de entonces), lucha por su sueño, quiere ser reconocida por su arte, porque sabe que lo tiene, y también lucha por su amor. Me gustó también que su relación con Dimas no comenzara como la típica historia de amor romántica a la que estamos acostumbrados, esta historia de amor comienza por el deseo que dos personas que todavía no se conocen demasiado sienten al verse y estalla cuando ambas deciden que necesitan saciar dicho deseo (como tantas veces ocurre en la vida real), después se van conociendo y es cuando finalmente se enamoran.

Dimas tampoco es un protagonista masculino típico. A Dimas no se le quiere desde el principio, porque los métodos y artimañas de las que se vale para conseguir su objetivo de mejorar su calidad de vida, no siempre nos gustan ni nos convencen. Es demasiado frío y avaricioso, pero a lo largo del libro va evolucionando positivamente y entonces llega un momento en que se da cuenta de que no está haciendo lo correcto y es cuando empezamos a cogerle cariño. El amor que siente por Laura, por su padre y por su hermano pequeño, al que adora, también ayudarán a suavizar nuestro corazón.

El libro es un canto de amor a la Ciudad Condal, se ve que el escritor siente pasión por ella y sabe cómo transmitirlo y cómo conseguir que nosotros también caigamos rendidos a los pies de sus monumentos, de sus edificios históricos, de sus calles, de sus barrios, de su historia y de sus gentes.

Me encanta el pequeño homenaje que Andrés Vidal hace a los oficios desaparecidos como los de aguador, farolero, sereno… haciéndoles aparecer en determinadas escenas, para dar a conocer la importancia que sus labores tenían en aquella época.

Un dato curioso que yo no conocía y que tuve que consultar, es que el libro está dividido en siete capítulos cuyos nombres coinciden con los pecados capitales y los siete dones del Espíritu Santo, dones a los que Gaudí dedicó en el Pórtico de la Gloria de la Sagrada Familia siete columnas y en cuyas bases están representados los siete pecados capitales. En la novela, los personajes son imagen de dichas virtudes y dichos pecados.

Como puntos negativos, tengo que decir que no me convenció la trama que rodea a la madre de Dimas y que al final del libro no lloré, y me encanta que las novelas históricas me hagan saltar las lágrimas.

Un libro que los amantes del género no podéis dejar de leer, retrocederéis a una época muy interesante, de la mano de unos personajes muy bien perfilados y con fuertes personalidades, os dejaréis envolver por la belleza de la obra de Gaudí y por el encanto de la hermosa ciudad de Barcelona, a la que tras haber leído el libro, estoy deseando viajar de nuevo.


jueves, 12 de abril de 2012

LA CASITA DE JENGIBRE

                   La casita de Jengibre de Carin Gerhardsen

El libro comienza reviviendo una escena ocurrida a la salida de una escuela de preescolar en el año 1968. Ese día conocemos a varios niños y niñas de seis años que martirizan psicológica y físicamente a dos de sus compañeros, Thomas y Katarina. Lo que les hacen, resulta realmente cruel, y esto va a dejarles marcados para el resto de sus días…

Ya en el presente,  el comisario de la policía judicial Conny Sjöberg, tiene que enfrentarse a un complicado (para él, pero no para el lector) caso. Un hombre de cuarenta y cuatro años, agente inmobiliario, casado y padre de tres hijos, acaba de aparecer asesinado en el suelo de la cocina de una casa, que en teoría pertenecía a uno de sus clientes, pero en realidad la casa es de una anciana llamada Ingrid, que llevaba varias semanas en el hospital y al volver a su domicilio se encuentra con este panorama… ¿Por qué lo habrán asesinado en esta casa precisamente?

Lo que parece un caso aislado y con muy pocas pistas que seguir para poder ser resuelto, se complica cuando en otras partes del país aparecen nuevas víctimas, con dos claros lazos de unión: todas tienen cuarenta y cuatro años y crecieron en la misma localidad… ¿Qué creéis que está ocurriendo?

Paralelo al caso de los crímenes, una policía miembro del equipo es violada después de haber sido drogada. Este asunto parece que va a conducir a alguna parte pero simplemente queda así, y de hecho hay algunos interrogantes al respecto que no quedan zanjados. No he entendido muy bien el hecho de que la autora introdujera este caso en este libro, y menos, si no establece algún tipo de relación con el caso principal. Te deja con la extraña sensación de ¿a qué venía esto?

Hubo varias razones que me animaron a comprar el libro; la primera fue el título, resulta atractivo para una persona golosa como yo (pero ahora que he terminado el libro no entiendo la decisión de titularlo así);la segunda fue que era una novela negra escrita por una autora nórdica y hasta ahora ninguno de los escritores de estos países me había defraudado (ésta ha sido la excepción que confirma la regla); la tercera, el argumento, un asesino en serie con víctimas de la misma edad, misma localidad de nacimiento, sin pistas, un asesino que realiza un trabajo impecable… (¿Que el lector no tiene pistas? Pero si en las primeras páginas ya te enteras de quien puede ser el asesino, el porqué cometió los crímenes, y varios detalles más que son importantes para el caso).La última razón que me animó a elegirlo fue su precio, 5´95 en una edición bastante buena (por supuesto que ahora sí entiendo que el precio hubiera sido tan económico…)

Como podéis ver me siento bastante decepcionada tras la lectura del libro y me resulta muy difícil escribir una reseña negativa (es muchísimo más agradable hablar de lo maravilloso que ha sido un libro y de lo bien que te los has pasado con él). Y no es que esté mal escrito, porque en ese caso no lo habría terminado, pero es que estás, lee que te lee, esperando que ocurra algo que te deje de piedra, que ocurra algo interesante que no supieras de antemano, y nada…todo resulta tan obvio desde las primeras páginas que sientes que vas perdiendo la emoción y el interés poco a poco. Vale, reconozco que hay un giro que se ve que la autora pretendía que fuera magistral al final de la historia, pero también es fácil de prever si uno se fija en determinados detalles… Y luego no he entendido para nada que hubiera querido meter la historia de la violación en el medio del libro, porque al principio piensas que puede llegar a ser relevante para el caso, pero luego te das cuenta que eso era otra historia y que tampoco pegaba en esta novela…

Algunas cosas sí que me han gustado, para que negarlo. El personaje principal del comisario Sjöberg me ha gustado mucho, es un tipo que cae bien: buen marido, buen padre, buen amigo, listo, campechano... me gusta cómo piensa y cómo actúa. El resto del equipo de policías también están muy bien caracterizados, y a través de ellos podemos conocer un poco más cómo es tratado el tema de la emigración en Suecia, la discapacidad, la violación, la soledad… Así que lo más positivo del libro han sido en general los personajes, que están bastante bien logrados. Otro punto a su favor es que explica muy bien y de forma muy sencilla los orígenes de los problemas de Oriente Próximo, que yo siempre me hago un lío enorme con quién empezó todo y quiénes son los buenos, los malos y los peores y la verdad es que ahora parece que me ha quedado un poquito más claro, y eso, la verdad, es de agradecer.

También me ha gustado el ritmo de la novela, y la alternancia de los capítulos en la que los policías dialogaban e intentaban solucionar el caso, con aquellos que en el libro se denominan “Diario de un asesino”, en los que nos adentramos en la mente del criminal, y vamos viendo las decisiones que va tomando, nos adentramos en lo más profundo de su pensamiento y conocemos de primera mano todas las atrocidades que lleva a cabo (aunque también el porqué las lleva a cabo, que es lo que le resta emoción…)

Así que en esta ocasión no es un libro que recomendaría, no quedará en mi recuerdo y no me he comido la cabeza en ningún momento intentando saber qué es lo que podría estar ocurriendo y por qué (que es lo que pretendo que me haga sentir una novela de intriga).


lunes, 2 de abril de 2012

LAS RANAS TAMBIÉN SE ENAMORAN

                Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell

Nada mejor para comenzar las vacaciones que una novela de chick-lit, fresca, divertida, actual, que me ha sacado más de una carcajada y me ha hecho revivir más de una situación bastante parecida…

Marta Rodríguez es una chica madrileña de 32 años. Criada en casas de acogida, su vida nunca ha sido lo que se dice fácil. Con 15 años se quedó embarazada de su hija Vanesa, hoy una adolescente complicada, y tuvo que salir adelante ella sola, pues el padre de la criatura nunca nada quiso saber sobre el tema.

Pero cuando Marta tenía 17 años conoció a Lola Herrera, una famosa diseñadora de trajes de flamenca, para la que empezó a trabajar limpiando en su casa. Poco a poco, Marta se fue ganando la confianza de Lola, y su relación con ella y con la pequeña Vanesa se va estrechando de tal forma, que llega un momento en que ya son parte de su familia.

Marta, que siempre ha sido muy lista y espabilada, comienza a trabajar en el taller de Lola, y con su arte y entrega llega a convertirse en diseñadora.

Hoy en día trabaja codo con codo con Patricia y Adrian, sus mejores amigos. Marta está pasando por una mala racha, pues lo acaba de dejar con su novio, un impresentable que ya le había hecho más de una faena. Como no está dispuesta a volver a sufrir por un tío, y siguiendo los consejos de Patricia, que siempre ha sido muy viva la vida, y Adrian, que pierde el sentido ante cualquier macizorro, decide empezar una nueva etapa en su vida, en la que sólo utilizará a los hombres para su propio disfrute sin que ningún tipo de sentimiento pueda interponerse en ningún momento… y es así como comienza a jugar a “de rana en rana y ….. al que me da la gana”

Aparece entonces en escena la primera rana, Philip Martínez, un inglés muy pijo y muy estirado, pero terriblemente atractivo, con el que la química funciona, aunque no lo crean ninguno de los dos, desde el primer momento. Ambos pertenecen a dos mundos completamente opuestos, ella es una chica de barrio, él es un noble inglés ¿qué puede salir de aquí? Pues para averiguarlo, tendréis que acompañar a esta rana inglesa y al resto de personajes a través de casi 400 páginas cargadas de frescura y sobre todo de mucho buen humor.

Los protagonistas de la novela son en general muy majos y es fácil empatizar con la mayoría de ellos. Marta es una chica que cae bien desde el primer momento. Divertida, sincera, alegre,auténtica, una chica de barrio que monta con pasión una CBR -600, amiga de sus amigos, decidida, fuerte y tenaz. Su hija Vanesa, a la que adora, es como Doctor Jeckyll y Mister Hyde, a veces es una ricura de niña y otras veces nos dan ganas de estrangularla por las tonterías de niñata que se le da por hacer. Patricia y Adrian son divertidísimos, la verdad es que las escenas de cuando salen los tres de fiesta son de lo más gracioso del libro y con las que más identificada me he sentido en más de una ocasión: sus conversaciones, sus comentarios sobre los hombres, los problemas en los lavabos, las canciones cantadas dándolo todo mientras se interpretan con gestos en la pista de baile… ¿Quién no ha vivido una noche de juerga parecida? Y luego está Philip, que me ha encantado. ¡Qué pasión que emana este hombre para ser medio inglés! Porque la verdad, es que en el libro hay unas cuantas escenitas de lo más tórridas que para que luego sólo se hable de los latinos y se le critique al pobre Philip por ir siempre tan encorsetado dentro de sus impolutos trajes…

Como habéis ya podido entrever, el libro me ha gustado mucho, dentro de su estilo claro está; siempre teniendo presente que es un libro para pasar un rato divertido, alegre y con el que no hay que  romperse demasiado la cabeza ,solamente hay que disfrutar y dejarse llevar por los diálogos, las divertidas situaciones  y las risas de los protagonistas. Como digo siempre que leo chic- lit, para mí este tipo de libros son como esas comedias románticas a las que creo que muchas recurrimos cuando simplemente nos apetece ver una bonita historia de amor, con grandes dosis de humor y un precioso final feliz.

Ahora que se acerca el buen tiempo “Las ranas también se enamoran” puede ser, en mi opinión,  una buena lectura para desconectar, para llevar a la playa o incluso para el avión que nos lleve rumbo a esas vacaciones que tanto tiempo llevábamos esperando. Con un lenguaje muy de calle, muy natural, Megan Maxwell nos envuelve en esta divertida historia con final feliz que os hará pasar unos ratos muy divertidos y entretenidos.

Y como punto final, comentar que la portada en esta ocasión me ha parecido todo un acierto, ¡me ha encantado! El color, el diseño son de lo más atrayente ¿no os parece?

Espero que os haga pasar un rato divertido,y como a mí sí que ha conseguido dejarme con una sonrisa en los labios al terminar el libro.


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