El último
verano de Catrin Collier

Porque la
joven Charlotte von Datski era la hija pequeña de una familia aristocrática
prusiana, que durante la II Guerra Mundial estaba de parte del bando
nazi. La menor de cuatro hermanos, cuando en 1939 celebraba su decimoctavo
cumpleaños, nada ni nadie podían hacerla imaginar, la manera en que su vida y
la de los suyos estaban a punto de cambiar para siempre.
Esa noche,
sucede lo que más deseaba, Claus von Letterberg, un apuesto soldado también de
familia aristócrata doce años mayor que ella, le pide matrimonio, y ella por
supuesto, acepta llena de felicidad… Por desgracia, no tardará mucho en darse
cuenta de que no estaba enamorada del hombre, sino del amor, y que su juventud
la ha llevado a cometer una terrible equivocación…
En la
actualidad, todos aquellos recuerdos están escritos en el diario que Charlotte redactó durante aquellos sangrientos años. No escribía todos los días, ni
todas las semanas… pero gracias a ese diario, que ahora a sus 86 años ha
decidido releer, es cómo nosotros vamos a retroceder en el tiempo y vamos a ser
testigos de cómo se vivió la II Guerra Mundial en la Prusia Oriental. La
perspectiva es totalmente diferente a la que estamos acostumbrados, pues en
este caso, la familia protagonista es una familia aristócrata partidaria del
Nacional Socialismo. Los miembros de esta familia van a ir al frente como
soldados alemanes, a luchar contra rusos, contra los aliados y contra todos los
que se opongan al régimen de Hitler.
Nuestra protagonista
tiene dos hijos a los que, las circunstancias de la vida han hecho que nunca se
haya sentido demasiado unida; por supuesto toda la explicación del porqué de
esta situación, la iréis descubriendo a medida que avance vuestra lectura de la
novela... Sin embargo, Charlotte ha tenido la suerte de sí poder disfrutar
enormemente de la compañía y el amor de sus nietos, de los que se siente muy
orgullosa y por los que da gracias que no se parezcan en absoluto a sus padres… De sus cuatro nietos, Laura, una treintañera
independiente y documentalista de éxito, será la que la acompañe en su viaje a
la tierra que la vio nacer…
Laura
desconoce por completo el pasado de su abuela, acaba de encontrar ciertos
documentos que la han alarmado, y no entiende cómo toda su familia ha podido mantener
en secreto durante tantos años, la existencia de unos hechos que sabemos que
les han tenido que marcar para siempre… Menos mal que sabe que con el viaje que
está a punto de emprender junto a su abuela, muchas de sus preguntas podrán por
fin obtener una respuesta…
Esta es una
de esas novelas que sé que os va a encantar, es de esas que da mucha pena
terminar, que hacen que se te remueva todo por dentro, que nos hacen pensar y
reflexionar, y lo que es más importante, es una historia de esas que siempre
vamos a recordar.
Esta es una
historia de sagas familiares que ocultan grandes secretos; esta es una novela
que encierra una preciosa historia de amor y que nos enseña que el amor, si es
amor verdadero, puede triunfar por muy duros que sean los tiempos que se están
viviendo; esta es una novela sobre cómo se vivió la II Guerra Mundial, en la ahora
desaparecida Prusia, sobre las barbaridades cometidas por los nazis pero
también por los rusos, y por los propios polacos contra los suyos; esta es una
novela que trata sobre un libro, “El último verano”, que sabemos que encierra
un importante misterio, pero que vamos a tardar mucho, muchas páginas, en poder
descubrir… Pero no penséis, en ningún momento, que estáis ante una novela más de las muchas que hay sobre la II Guerra Mundial… Este libro, por momentos me ha hecho pensar en
otros libros que se han escrito posteriormente, me ha recordado en parte a "El jardín olvidado" y también pensé en "Entre tonos de gris", ya me contaréis si
lo leéis, si también a vosotros os hizo recordar, aunque sea en parte, esas
otras historias….
Quisiera
también destacar la manera en que está contada la historia. La prosa de la
autora engancha desde el momento en que arranca la novela; el hecho de
intercalar la parte narrativa y diálogos actuales, con los diarios que nos
llevan al pasado, hacen que nos acerquemos mucho a los personajes: un diario es
lo más íntimo que se puede escribir, y así es como se nos presenta Charlotte a
lo largo de esas páginas, totalmente transparente, sin nada que esconder,
mostrándonos sus más íntimos pensamientos y sentimientos… La queremos desde que
la conocemos, y no dejaremos de admirarla ni de respetarla hasta la última
página del libro. Charlotte se gana nuestro corazón por completo, y nosotros,
al cerrar el libro, nos quedamos muy tristes por tener que decir adiós, a la
entrañable señora Von Datski y a su apasionante, dura y estremecedora historia.
Algo que también me gustaría comentar, es que, en este libro, es de los que se necesita el lápiz de manera muy habitual para subrayar o anotar frases muy buenas sobre las que reflexionar. Reflexiones y diálogos sobresalientes, que no hacen más que enriquecer la calidad que ya de por sí tiene la propia historia...
Sé que en
esta ocasión no he desvelado demasiado sobre el argumento de la historia, pero
es que no quiero privaros del placer de ir descubriendo poco a poco los secretos
por vosotros mismos… Tendréis que conocer a los personajes y su historia, que
es Historia, y lo único que espero es que la huella que “El último verano” deje
en vuestra piel, sea tan intensa como la que ha quedado en la mía.