domingo, 30 de julio de 2017

EL COLOR DEL SILENCIO

                            El color del silencio de Elia Barceló

Helena Guerrero, es una pintora de fama internacional que reside en Australia desde hace más de 20 años. A pesar de ser una mujer ya madura, de fuerte carácter, dura, segura, altiva e independiente, hay algo que la lleva atormentando desde hace más de 50 años y que, desde que ocurrió, ella no ha hecho más que huir, esconderse y cargar sobre sus espaldas con un sentimiento de culpa y de impotencia que ha estado siempre presente en su día a día e incluso, en toda su obra: la violación y el brutal asesinato de su hermana Alicia, cuando toda su familia vivía felizmente en Rabat en el año 1969.

Aquel trágico día, toda la familia (Gregorio y Blanca – padres de Helena y Alicia, Jean Paul – marido de Alicia y la propia Helena), así como un gran grupo de amigos, se preparaban para celebrar una gran fiesta en la impresionante casa que la familia Guerrero poseía en Marruecos, La Mora, para conmemorar la llegada del hombre a la luna; Marruecos, era su hogar desde hacía casi 30 años, cuando, después de la Guerra Civil, Gregorio fue destinado al “servicio diplomático” del país vecino, tras su paso glorioso por el ejército ; sin embargo, lo que nadie se podía imaginar, es que la velada tendría un desenlace tan dramático: Alicia salió a realizar unos recados por la tarde y ya nunca más volvió. Cuando encuentran su cadáver, la familia se rompe por completo: Helena decide desaparecer y embarcarse en una vida marcada por el desenfreno, los viajes, el sexo, las aventuras, la búsqueda de respuestas y especialmente, por expresar a través de su arte todo lo que la está destrozando por dentro. Sus padres, deciden volver a España, para no tener que vivir cada día en un lugar tan lleno de recuerdos de su Alicia, de aquellos días felices que saben que nunca volverán… Y Jean Paul, el marido, sumido en una fuerte depresión, decide quedarse allí, aislado del mundo, para no tener que olvidar ni alejarse de lo que no es capaz de olvidar…

Ahora, a sus casi 70 años, Helena está a punto de tener que enfrentarse a los fantasmas que tantos años la llevan atormentando: su nieta, que vive en Madrid, está a punto de casarse, y ella, junto con su actual pareja, Carlos, asistirá a la boda. Su vuelta a Madrid hará que tenga que remover, literalmente, muchos aspectos de su pasado, y allí, entre viejas cartas, fotografías, diarios y libretas, encontrará respuestas que nunca había imaginado encontrar, pero lo más impactante, es que oscuros e insospechados secretos y misterios que rodean a su familia saldrán a luz, demostrarán que nada ni nadie son en realidad lo que parecen, y estos hechos, harán que todo en ella, y en lo que creía saber sobre su familia, cambie para siempre.


Con una protagonista de lo más atípica, arrolladora y peculiar, con una vitalidad y una forma de saborear la vida que ya le gustaría a mucha gente mucho más joven, y que a pesar de su arrogancia, su prepotencia y su poco tacto a la hora de relacionarse con los demás consigue finalmente ganarse nuestro afecto, la autora crea una compleja y perfectamente elaborada historia que es una auténtica delicia, que te envuelve, que te atrapa y te hace viajar en el tiempo y en el espacio, haciéndote traspasar las páginas del libro, para ir a parar a un lugar de ensueño, donde una trama realmente apasionante te hará suspirar, emocionarte, conmoverte, enfadarte, disgustarte, pero sobre todo, entusiasmarte de principio a fin: os advierto que es uno de esos libros que una vez que se empiezan no pueden soltarse, que sientes a la familia Guerrero como la tuya propia y que te sumerges de lleno mientras avanzas en la historia.

A través de tres líneas temporales que se irán alternando magistralmente a lo largo de la novela y que, por muy complicado que pueda parecer el planteamiento, Elia Barceló hace que toda fluya de forma serena, natural y sencilla, es así como la escritora nos lleva a los años 30 (cuando Blanca y Gregorio se conocen en Valencia, se enamoran y se van a vivir a Marruecos), a los años anteriores y posteriores a 1969 (cuando Alicia fue asesinada) y a la época actual, en la que Helena comenzará una exhaustiva investigación sobre el pasado de su familia; todo ello narrado por una pluma que, con un estilo de lo más cuidado, de lo más dinámico y elegante a la vez, nos hará partícipes de una trama en la que intriga, amor, venganza, culpa, secretos e historia de nuestro país se convierten en los temas claves que consiguen que esta novela resulte tan atractiva y tan apetecible desde el mismo instante en que la empiezas.

En cuanto a los personajes, y a pesar de que Helena Guerrero pueda parecer la protagonista indiscutible, por ser el eje central del que parten toda la serie de acontecimientos que se desencadenarán a lo largo de la novela, lo cierto es que en realidad, estamos ante una novela coral, en la que, dependiendo del momento de la trama en el que nos encontremos, serán unos u otros miembros de la familia Guerrero Santacruz los que llevarán el peso de la historia.

Por ejemplo, en el plano temporal de los años 30, una parte que yo personalmente disfruté muchísimo, serán Blanca y Gregorio, los padres de Helena y Alicia, en torno a quienes gire todo el argumento. Los vemos conocerse, enamorarse, casarse, y dejar España para comenzar una vida en Marruecos llenos de ilusión, de planes, de pasión y de amor. Blanca y Gregorio nos recuerdan al típico actor y a la típica actriz de los años dorados del cine hollywoodiense, de los años 50 del cine americano: guapos, con clase, con carisma y con esa elegancia indiscutible de los grandes de aquella época. Blanca me encantó desde el primer momento, tan moderna, tan decidida para los tiempos que le tocó vivir, y él, pues para qué negarlo, nos conquista también desde el primer instante, a pesar de todo lo que arrastra su personaje consigo (nunca pensé que al personaje de un militar tan cercano a Franco, a su régimen, tan de derechas… pudiera llegar a cogerle el cariño que en cierto sentido se le coge a Goyo- como llama cariñosamente a Gregorio su familia y sus seres queridos). Pero es que Goyo es especial, inteligente, carismático, agradable, con don de gentes, tiene un no-sé-qué que encandila, una sonrisa que enamora, es cariñoso, atento, se vuelca con su mujer y con sus hijos y sólo es feliz si los que están a su alrededor son felices… Es increíble cómo la autora, y a pesar de todos los pesares que rodean a su personaje como digo, consigue que el lector sea capaz de medio “obviar” ese aspecto y quedarse con el Goyo que es todo corazón. La ambientación de esta parte de la trama tanto en Valencia (donde se conoce la pareja) como en Marruecos, también nos hará revivir el glamour, la elegancia y el exotismo propio de los grandes clásicos del cine de aquella época.

Y así, y a modo de puzle, poco a poco y por medio de saltos temporales, cartas, fotografías, viejos documentos… la autora nos va proporcionando las piezas necesarias para recrear la imagen final que conforma esta historia, y nos vemos envueltos en una saga familiar de lo más apasionante que hará las delicias de todos aquellos que disfruten con las intrigas, secretos y misterios del pasado que esconden algunas familias, yo os adelanto que, la que protagoniza esta novela, es una familia de lo más especial y de las que son muy difíciles de olvidar. Con una ambientación idílica, un estilo de lo más cuidado y los ingredientes temáticos perfectos para atrapar al lector, la “paleta” de esta escritora dispone de las tonalidades idóneas para que, El color del silencio se convierta en una historia inolvidable, una historia tan visual que yo, ya me estoy imaginando en la gran pantalla…





Una pequeña aclaración…

Algunos os preguntaréis por qué no le doy la máxima puntuación si es un libro que me ha gustado tanto; la explicación es muy sencilla: es un libro para mí cuatro estrellas y media por un par de “intrigas” en la trama que me parecieron predecibles y que fui capaz de averiguar e imaginar antes de que fueran desveladas en la historia; no obstante, y a pesar de que contaba con ello, estos “descubrimientos” no le restaron emoción o disfrute en ningún momento a la novela, pero claro, impiden que para mí la historia sea “redonda”… También hay un par de puntos que no me convencieron del todo, uno casi al principio y un par de ellos al final, de los que no puedo hablar sin hacer spoiler pero que también han influido un poquito en la puntuación ;-)

2 comentarios:

  1. Tengo planeado leerlo este próximo mes de agosto, una vez este de vacaciones. Me apetece mucho.
    Un beso ,)

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