Los
ritos del agua de Eva García Sáenz de Uturi

Han pasado apenas unos meses desde que Kraken consiguió
cerrar el caso de los crímenes de la Ciudad Blanca. Aún no recuperado del todo,
y con una afasia de Broca que le impide comunicarse verbalmente, una nueva ola
de asesinatos requerirá su presencia en el caso como experto perfilador.
Además, la primera víctima que aparece, Ana Belén Liaño, es alguien que tanto
Unai como su cuadrilla conocen muy bien: fue el primer amor de todos ellos en
el verano de 1992, un verano que les marcaría para siempre y que supondría el
adiós a la infancia y a la inocencia de cada uno de ellos.
Al igual que en la anterior novela, los asesinatos
perpetrados en ésta, tendrán también un claro perfil histórico, y eso es, en mi
opinión uno de los mejores aspectos de la trilogía. De hecho, en esta ocasión,
el primer cadáver aparece en el túnel de San Adrián, un lugar con una
importante carga histórica, sumergido en un caldero de la Edad de Bronce,
colgado boca abajo, siguiendo los pasos de un ritual celta de hace 2600 años,
tal y como les informará posteriormente un historiador experto en el tema. El
asesinato de esta mujer impacta todavía más, al saberse que está embarazada… El
embarazo es claramente una parte del rito que sigue el asesino, y Alba, la
subcomisaria y pareja de Unai, está embarazada, y este hecho puede hacer que
Kraken entre como candidato en la lista de los elegidos del perturbado criminal…
La novela va a estar dividida en dos tramas que se irán
alternando a medida que avanzamos en nuestra lectura: la que transcurre en la
actualidad, y gira en torno a la investigación criminal que nos ocupa, y otra
que nos llevará hasta el verano de 1992, año en el que Unai y su cuadrilla
decidieron ir a un campamento organizado por la facultad de Historia de
Santander, en el que pasarían varias semanas reconstruyendo un antiguo poblado
cántabro. Nos daremos cuenta rápidamente, que los hechos que tuvieron lugar en
aquel campamento, estarán estrechamente relacionados con la trama actual, ya
que los personajes en ambas tramas son prácticamente los mismos.
La fórmula que la autora emplea para narrar los hechos,
el patrón que sigue para estructurar la novela, es el mismo que en la anterior;
ha encontrado una fórmula magistral para enganchar al lector, para encandilarlo
con sus personajes, y especialmente cautivarlo con la cuidadísima ambientación
de la novela y los hechos históricos que rodean o incluso, son parte de la
trama. La pasión por Vitoria, por sus pueblos, por su cultura, por sus gentes,
por sus tradiciones, por su historia, se puede palpar y saborear en cada
párrafo de esta novela. Hace que necesites conocer la ciudad, visitarla,
perderte en sus pueblos, en sus parajes, enamorarte de sus fiestas, de sus calles…
Nunca he estado allí, pero os aseguro que tras leer estas dos novelas, siento
que conozco la ciudad y sus alrededores, y se ha convertido para mí en una de
las ciudades más bonitas y más interesantes de nuestro país. En esta ocasión
además, la autora nos lleva también a conocer pueblos de Cantabria, y los
recrea con el mismo mimo y detalle que hace con su ciudad natal.
Otro de los puntos fuertes de la novela son los personajes.
Impecable el trabajo que escritora hace en este sentido con ellos, cómo los
lleva a sus límites, cómo los arrastra hasta la desesperación, cómo saca lo
peor y lo mejor de cada uno de ellos de la manera más desgarradora… Porque los
personajes de Eva García Sáenz se caracterizan por su fuerza, pero también por
lo viscerales que son, lo complejos que son, y las complicadas situaciones
personales que arrastran todos y cada uno de ellos que marcan duramente su día
a día. En esta segunda parte de la trilogía, conoceremos un poco más en
profundidad el pasado de Alba y entenderemos mejor el porqué de su hermética
personalidad. Estíbaliz, la inseparable e incondicional compañera de Kraken,
cobrará mayor protagonismo en esta novela, y también la veremos resurgir poco a
poco de las cenizas en las que su duro pasado la había sumido. Y luego está
el personaje de los personajes, el abuelo, que sólo su presencia en escena ya
nos pone una sonrisa en los labios y nos transmite una paz, una serenidad y un
sentimiento de hogar, que lo queremos tener en nuestras casas, en nuestras
vidas a la primera de cambio. !Qué maravilla de personaje!
En cuanto a la temática, las distintas relaciones
familiares, los diferentes tipos de familia que podemos encontrar, son el eje
central de la historia. Cómo lo que sucede en nuestra infancia y en nuestra
preadolescencia, va a marcar para siempre nuestro futuro, nuestra personalidad
y nuestra manera de entender, de afrontar y de sentir en la vida… y por
supuesto, no todo el mundo tiene la suerte de haber vivido una infancia feliz y
tranquila, exenta de problemas, de malos tratos, de desgracias, de pérdidas, de
enfermedades, de pobreza…
En cuanto al caso criminal de la novela, insistir de
nuevo en lo mucho que me gusta el perfil histórico que le da a los asesinatos,
y cómo mezcla la historia y la antropología para que el asesino ejecute cada
uno de sus crímenes. Es un telón de fondo de lo más atractivo, y si eres como
yo, amante de la novela negra y de la histórica, no podría haber encontrado un
ejemplo mejor en que este tándem estuviera reflejado. Decir que los aspectos
que subyacen tras la trama criminal, son en esta ocasión verdaderamente
delicados, de esas cosas que nos parecen imposibles cuando las leemos, pero que
sabemos que sí, que lamentablemente ocurren y están ahí, y duele, duele
realmente saber que puede haber mentes tan perturbadas.
Como puntos negativos en este sentido, tengo que
admitir que el factor sorpresa en cuanto al asesino o a los porqués de los
asesinatos, no los ha habido como en la primera novela, que había logrado
dejarme boquiabierta; esta vez, he sido capaz de intuir los motivos e incluso
desvelar la identidad de alguno de los personajes relacionados con los
asesinatos o con el asesino, mucho antes de llegar al final, aunque por
supuesto hubo detalles que necesité que fueran contados por la autora en los
últimos capítulos. Aún así, mi interés por la historia no decayó en ningún
momento, y me siguió pareciendo de lo más entretenida de principio a fin.
También tengo que mencionar, aunque no puedo entrar en
detalles para no destripar la novela a nadie, que hubo un par de
acontecimientos y situaciones en la trama relacionadas con los personajes, que
me resultaron un poco forzadas o que me ha parecido que se han desarrollado un
poco precipitadamente o incluso han sido incluidas en la historia un poco con
calzador, y son también parte de las razones por las que la novela en esta
ocasión no lleve la máxima puntuación.
Para finalizar, no me queda más que recomendaros
nuevamente la lectura de esta novela que yo he terminado con pena, pues me
apetecía seguir en Vitoria acompañada de esta maravilla de personajes. Espero
con ansia el cierre de la trilogía, con la que estoy convencida que Eva García
Sáenz de Urturi volverá a conquistarme con una nueva apasionante y trepidante
trama criminal, que volverá a rodear con una marco histórico que logrará
cautivarme una vez más. De la ambientación, ¡qué voy a decir!, que soy ya una
enamorada de Vitoria sin conocerla y que estoy deseando visitarla y dejarme
hechizar en primera persona por toda su magia y encanto.
Puede que esta segunda novela no este al mismo nivel que la primera pero aún así es de un altísimo nivel. Deseando poder leer la tercera. Lo mejor de todo el descubrimiento de una autora de primer nivel. Por muchas historias más.
ResponderEliminarMe gustó, pero menos que la primera parte. me fallaron algunos puntos y alguna incongruencia com la rápida recuperación de Kraken.
ResponderEliminarUn beso ;)
Ahora esperando y cada vez con más ganas, el final de la trilogía. Besos.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarAunque te leo desde hace tiempo, reconozco que es la primera vez que te escribo, jeje.
Tengo pendientes los dos libros de esta autora, siempre hay algún libro que me apetece leer más, pero habiendo visto tan buenas reseñas, entre ellas la tuya, no descarto leerlos en algún momento.
Un abrazo.