EL BOSQUE

                     El bosque de Harlan Coben

Tras la lectura de esta novela, puedo afirmar, sin ninguna duda, que Harlan Coben es ya uno de mis escritores de intriga favoritos. Si ya me había fascinado con "No se lo digas a nadie" , ahora con “El bosque” ha vuelto a atraparme y entusiasmarme con una trama entretejida de tal manera, como sólo los más grandes son capaces de llevar a cabo.

La historia está protagonizada por Paul Copeland, fiscal del condado de Essex, Nueva Jersey. Es un joven viudo, con una niña de seis años, que arrastra desde la adolescencia una terrible pena ocasionada por una tragedia familiar. Cuando eran unos chavales, él y su hermana Camille, fueron a un campamento de verano. Ira, el dueño hippie del campamento, sintió pena por el padre de Paul, un médico refugiado ruso, por lo que le ofreció un empleo como facultativo de dicho lugar. Así que toda la familia Copeland, iba a pasar aquel verano en los terrenos de Ira, con otros muchos jóvenes de toda condición social, y viviendo todo tipo de aventuras y experiencias.

Pero lo que nadie se podía imaginar, era que una de esas aventuras cambiaría sus vidas para siempre…

Una noche, en la que a Paul le tocaba hacer la guardia, en vez de cumplir con sus obligaciones, va con su novia Lucy, la hija de Ira, al bosque cercano al campamento, que era el lugar a donde los jóvenes iban cuando querían estar con sus parejas. El placer del momento se verá interrumpido por unos gritos desgarradores… No ven nada, no entienden nada,se asustan, huyen…

A la mañana siguiente, cuatro jóvenes han desaparecido del campamento, una de ellos es Camille, su hermana… Los cuerpos sin vida del novio de ésta, Doug, y Charlotte, la chica guapa del campamento, aparecen poco después mostrando brutales signos de violencia. Sin embargo el cuerpo de Camille, y de Gil Pérez, el otro chico y novio de Charlotte, no aparecen por ninguna parte, por mucho que busquen y rebusquen… Nadie entiende nada, nadie sabe nada, nadie cuenta nada…

Años más tarde, unos asesinatos similares cometidos en otros campamentos hacen atar cabos a la policía, y atrapan al asesino en serie al que llaman “ el monitor degollador”, que también estaba en el campamento con Paul y compañía en aquella primera época. Se le acusa de todos los crímenes, es condenado, pero él sigue manteniendo su inocencia respecto a las cuatro primeras víctimas… ¿Qué ocultará el asesino?

Hoy en día, ya han pasado veinte años del trágico suceso, pero parece que los secretos del pasado no pueden esconderse ni olvidarse tan fácilmente…

La policía encuentra un cadáver al que relacionan inmediatamente con el fiscal del condado, creyéndolo culpable del homicidio; cuando Paul acude con la policía a identificar el cuerpo, tiene de repente una corazonada que consigue helarle la sangre: ese hombre, al que por supuesto no ha asesinado él, es Gil Pérez, el chico asesinado en el campamento del que nunca más se encontró el cadáver…¿Qué quiere decir todo esto? Lo que Paul tiene claro es que va a comenzar una investigación y no se detendrá hasta averiguar por qué el joven que se suponía muerto hace veinte años, ha muerto todavía ahora y sobre todo, por qué todo parece indicar que él ha sido el asesino…

No sólo Paul va a tener noticias de aquel pasado que con tanto esfuerzo lleva años intentando olvidar… Lucy, su antigua novia, ahora profesora de universidad y de la que no había vuelto a tener noticias desde aquella noche, recibe por correo electrónico unos diarios contando lo que ella y Paul hicieron y vieron aquella trágica velada, cosas que sólo ellos podían saber, cosas que llevaba años intentando olvidar… No tendrá más remedio que localizar a Paul, para intentar encontrar juntos una explicación a lo que ocurrió en realidad aquella noche y a por qué todavía hay gente que no quiere dejar descansar a los muertos en paz…

Como ya decía al comenzar la reseña, la lectura de este libro me ha parecido magnífica; es el típico libro de intriga que no puedes parar de leer, que se te pasan las páginas y los minutos volando, porque, el ritmo vertiginoso, el interés de la historia y los fantásticos personajes, hacen que no seas capaz de detenerte ni un momento, sólo deseas saber más y más, y Coben te va metiendo más y más información, que no te puedes explicar por dónde va a salir con todo ello, pero poco a poco, todo va cogiendo forma, todo está perfectamente diseñado, cada pieza de la novela está colocada estratégicamente para llevarnos a un final de esos que logran sorprenderte de verdad, ¡y eso me encanta! Y lo mejor, que no sólo se conforma con dejarte boquiabierto con el final…Al igual que en el anterior libro que había leído, el autor se guarda un as en la manga para las últimas páginas, como diciendo al lector, “¿no has tenido suficiente? Pues por si acaso, voy a darte también esto” . Y entonces ya nos desmonta por completo, nos consigue sacar una sonrisilla cómplice y tenemos que aplaudirle, porque realmente, es un maestro del crimen.