“El mar de los hombres libres”
de Andrés Vidal
La tercera
novela que leo de Andrés Vidal y la tercera vez que el autor logra cautivarme
con su prosa, su historia y sus personajes, pues todo ello, en su conjunto
consiguió atraparme desde el mismo instante en que comencé este apasionante
relato.
Comienza
nuestra historia en Loupian, Francia, en el año 1789. Allí conocemos a
Christophe Marchand, protagonista de la novela, a sus dos hermanos Cédric y
Vincent, sus hermanas Alice y Georgette, y también a sus padres, los panaderos
del pueblo.
Christophe
tiene once años, todavía un crío, debe de vez en cuando echar una mano en el
obrador familiar, pero la mayor parte del tiempo la pasa jugando y divirtiéndose
con sus amigos del lugar. Entre esos amigos está Gabrielle, una hermosa niña
con la que los juegos inocentes, la complicidad y camaradería que existe entre
ellos darán paso, más adelante, a una intensa y apasionada historia de amor,
que obligará a ambos a tomar dramáticas decisiones para el futuro de su
relación y de sus vidas.
Mientras
los niños juegan y crecen, los mayores se ven sorprendidos por los aires de
cambio que está a punto de experimentar el país. El pueblo está indignado, pasa
hambre, está harto de las injusticias a las que los señores les someten … Saben
que es el momento de cambiar el rumbo de las cosas, de luchar por lo que creen
que es justo, de pelear por conseguir una vida mejor para ellos, para sus
hijos, para sus nietos… Toda Francia se levanta contra la aristocracia, contra
el clero, contra los poderosos… Reclaman lo que es suyo y no pararán hasta
conseguirlo. Comienza la Revolución Francesa y nosotros como lectores la
viviremos en primera persona, acompañando a Christophe, desde su perspectiva de
niño pero muy consciente de que lo que está ocurriendo es justo y necesario, y
a todo el pueblo de Loupian en su lucha contra el abuso de autoridad sobre los
más necesitados…
Esta
primera parte de la novela en la que acompañamos a Christophe en su paso de
niño a hombre, es fantástica. La recreación de la época en la que nos
encontramos, los sentimientos del pueblo, su indignación, su pasión por la
lucha, consiguen traspasar las páginas de la novela, llegarnos al corazón,
hacernos sentir que también nosotros estamos allí, viviendo en Loupian con ellos
y con las mismas ansias de cambio que nuestros protagonistas.
Las escenas
infantiles que se suceden son de lo más tiernas, nos hacen volver a desear ser
niños de nuevo, ver la vida con esa inocencia, con esa ilusión, ese vivir sin
problemas, sin miedos que sólo de pequeños podemos disfrutar al cien por cien;
me ha encantado ver la Revolución desde los ojos de un niño, un niño ya no tan
inocente que se da cuenta de muchas cosas, y con un interior lleno de pasión,
de lucha, de ganas de libertad, que resulta de lo más contagioso para el
lector, sabiendo ya, desde las primeras páginas que el personaje de Christophe
Marchand va a ser uno de esos protagonistas que nos va a enamorar, y que se
quedará en nuestro recuerdo durante mucho tiempo.
Pero no
todo va a ser fácil en la vida de Christophe. El descubrimiento de un oscuro secreto sobre su pasado le herirá en
lo más profundo de su ser, la incomprensión de su familia hacia sus ganas de
independencia, hacia sus ansias de abandonar Loupian y ver mundo, tampoco
facilitarán las cosas a nuestro protagonista.Además, por si esto fuera poco, ya
desde muy pequeño, el hijo del cacique del pueblo, Alexandre Basset, lo pone en
su punto de mira, dedicándole siempre que puede todo tipo de maldades e
injusticias. Será Alexandre quien se interponga también entre él y Gabrielle, y
el responsable de que Christophe tenga que abandonar el pueblo con el corazón
roto, completamente destrozado, con la única idea de huir para no pensar, lo
único que desea es hallar paz en su interior, encontrarse de nuevo, comenzar de
cero, y buscar la felicidad que tanto ansía…
Comienza
así la segunda parte del libro. Esta parte es la que está más llena de
aventuras, pues Christophe en su huida de sí mismo, decide alistarse primero
como soldado de Napoleón y posteriormente hacerse corsario en los mares del
Índico. Esta parte me ha gustado un poquito menos que la primera y la tercera,
pues la historia de Loupian me encantaba y estaba deseando que nuestro protagonista
volviera allí cuanto antes, pues nosotros, como lectores, sí que seguimos la
historia de los personajes que allí quedaron y sabemos que Christophe tiene que
volver para hacerse feliz no sólo a sí mismo, sino también para estar junto a
todos los que allí tanto le quieren.
Tras casi
diecisiete años de búsqueda interior, Christophe acaba encontrándose a sí mismo,
y tras muchas aventuras vividas con el ejército, con los corsarios, como
náufrago… decide que por fin es el momento de regresar a Loupian e intentar
recuperar su vida y todo lo que allí dejó con tanta pena en el pasado…
Y comienza
entonces la tercera y última parte de la novela. Interesantísima, emocionante, apasionante,
no se puede parar de leer… Un gran broche final para una historia que tiene
todo lo que un buen libro necesita: la parte histórica está muy bien
documentada y explicada, la recreación de la época es magistral pues realmente
nos sentimos en Francia a finales del siglo XVIII y primera mitad del XIX, los
personajes están tan bien perfilados que resultan de lo más cercano, tenemos
amor, aventuras, odios, venganzas, historia, guerra, piratas… incluso las
escenas eróticas están exquisitamente narradas, con mucho gusto, pero también
con mucha, mucha pasión. Me encanta la forma de escribir de Andrés Vidal, tiene
una prosa sencilla pero totalmente adictiva y cautivadora, sabe enganchar al
lector con sus magníficas historias y especialmente con sus magníficos
protagonistas y sus emocionantes y trepidantes vidas.
Así que si
te gustan las novelas históricas y de aventuras, pero especialmente, si te
gustan las buenas historias, las buenas novelas escritas de manera exquisita,
no puedes dejar de leer esta novela. Prepárate para sentir, para vivir una
historia de esas que se sienten en la propia piel, déjate contagiar por el
espíritu de la revolución y por unos personajes de los que te dará muchísima
pena despedirte cuando cierres el libro. Adéntrate con Christophe en este mar
lleno de historia, de amor, de aventuras, de lucha, de pasión, de búsqueda
interior… Adéntrate en “El mar de los hombres libres” y prepárate a disfrutar
de una magnífica travesía.
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Qué buena pinta, me lo apunto!!
ResponderEliminarYa tengo sus otras novelas apuntadas en mi infinita lista de pendientes y voy a tener qeu sumar una más, que me has convencido completamente.
ResponderEliminarBesotes!!!
La tengo en lista de espera, le tengo muchas ganas.
ResponderEliminarSaludos.
Por lo que dices es un autor imprescindible... la verdad es que las tres novelas que has señalado me llaman bastante la atención =)
ResponderEliminarBesotes
Mi lista se desborda, pero no puedo dejar de apuntar títulos como este!
ResponderEliminarGracias por presentármelo!
Una novela histórica siempre antes que un libro de historia; lo dos son subjetivos, pero uno de los dos tiene más posibilidades de ser auténtico.
ResponderEliminarSi la novela es solo la mitad de apasionante que tu crítica, desde luego que vale la pena leerla. Me la apunto y aventuro, sin el mas mínimo atisbo de ironía: el que escribe tan certera, ajustada y apasionada reseña, ¿no tendrá dentro de si una gran historia? Quizá los lectores nos estemos perdiendo a una gran escritora...
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