"La joven del acantilado" de Lucinda Riley
Si sois aficionados a las novelas que tratan sobre
sagas familiares, y que narran oscuros secretos e historias entrañables sobre
los distintos miembros de dichas familias, entonces, estáis ante una novela que
seguro que añadís a vuestra lista de futuras lecturas.
“La joven del acantilado” nos cuenta la historia de las
familias Ryan y Lisle. Dos familias irlandesas, a las que la vida y el destino
han querido unir para bien y para mal, a lo largo de varias generaciones.
Aurora va a ser la persona encargada de narrar la
historia que tenemos por delante. Conocemos a Aurora ya de mayor, en sus
últimos días, pero no quiere irse de este mundo, sin dejar por escrito la
increíble historia que ha vivido su familia. Es así, como poquito a poco,
Aurora va a ir presentándonos a los diferentes personajes que fueron
importantes en su vida, así como a todos aquellos que en generaciones
anteriores, tuvieron que encontrarse y conocerse, para que, finalmente, ella
llegara a este mundo y viviera en las condiciones en las que ha vivido hasta
ahora.
Estamos ante una novela con una trama argumental
bastante compleja, en la que son muchos personajes los que nos vamos a
encontrar y que serán protagonistas dependiendo de la época en la que nos
encontremos. A pesar de la dificultad que un planteamiento así de la historia pudiera ocasionar, la realidad es que, todos los personajes y los saltos en el tiempo, se nos presentan de una manera
muy clara, por lo que la lectura, en este sentido, resulta de lo más entretenida
y llevadera.
La primera persona importante en la vida de Aurora, y
protagonista en gran medida de nuestra historia, que vamos a conocer es Grania
Ryan. Grania acaba de volver a Irlanda,
a casa de sus padres, después de llevar 10 años viviendo en Nueva York, donde
compartía su vida con Matt. Grania es una escultora, que poquito a poco, ha
conseguido hacerse un nombre en el panorama artístico de la Gran Manzana. Muy
enamorada de Matt, acaba de pasar un duro bache, pues ha perdido el bebé que
estaba esperando. Sin darle a Matt ni a nadie, la más mínima explicación de por
qué ha tomado esa decisión,lo único que sabemos hasta ahora, es que sólo quiere
alejarse de Matt y huir a su tierra natal, plantándose en la granja de sus
padres, decidida a desconectar y a replantearse su vida…
Una mañana, mientras Grania pasea cerca de los
acantilados, ve a una niña pelirroja a punto de caer al vacío… No le dice nada
por miedo a asustarla, y cuando llega a casa, le pregunta a su madre si sabe
quién puede ser esa niña. La madre le cuenta que es la pequeña Aurora Lisle, y
que vive con su padre en la casa grande, tras haber perdido a su madre no hace
mucho tiempo. Así es como Grania descubre que Lily, la madre de Aurora, se
suicidó y que la niña parece que todavía no se ha recuperado de tan trágico
suceso.
Al día siguiente, Grania vuelve a encontrarse con
Aurora y en esta ocasión entablan conversación. Se caen bien inmediatamente y
quedan para hacer cuencos de barro al día siguiente. Es así, como poco a poco,
Grania y Aurora irán forjando una relación que irá mucho más allá de la
amistad. Grania vuelca en la pequeña Aurora todo el instinto maternal que le
quedara tras haber perdido su tan deseado bebé, y la niña, encuentra en Grania, la
figura de la madre que tanto echa en falta.
El hecho de que cada vez estén más unidas, hace que
Grania pase largas horas en la casa grande, lo que la llevará también a conocer
y a sentir algo especial por el atractivo viudo y padre de la niña: Alexander
Devonshire.
Grania se verá envuelta en una situación que para nada
había esperado pero que al menos le ayuda a no pensar en sus propios problemas…
Y aunque eso la hace sentir realmente bien, sabe que no podrá esconderse para
siempre…
Además está Matt, algo en su interior hace que todavía siga pensando en
él…
Mientras tanto, la madre de Grania, no hace más que
temer por su hija. Ella conoce muy bien el pasado de las familas Ryan y Lisle,
y sabe que siempre han sido los Ryan los que han salido más perjudicados de
dichas relaciones.
Como ese pasado es tan importante, Aurora, nuestra
narradora, sabe que es imprescindible que retroceda hasta 1914 para que
conozcamos a Mary, pues es con ella con quien toda esta historia comienza a
coger forma y sentido…
¿Cuál es el secreto que se esconde en el pasado de
estas dos familias?¿Logrará Grania reponerse de su pérdida?¿Saldrá igual de
perjudicada que todas las mujeres Ryan en su encuentro con los Lisle?¿Volverá a
Nueva York algún día?
Para encontrar las respuestas a todas estas preguntas,
sólo tenéis que adentraros en la historia de Aurora… una historia con toques de
cuentos de hadas en la que el ballet jugará también un importante papel a lo largo
de muchas generaciones.
Muchas historias de amor y de diferentes clases de
amor, son las que encierran las páginas de esta novela. Todas protagonizadas
por personajes que lograrán ganarnos desde que los conocemos; personajes
especiales, entrañables, adorables… que serán lo mejor de la novela de
principio a fin.
Los puntos negativos que quiero resaltar de esta
historia es que no ha logrado sorprenderme ni emocionarme como me gusta que me hagan
sentir este tipo de novelas románticas. No he llorado ni me he apasionado con
las historias de amor, no me he sorprendido con el devenir de los hechos, y
sólo un detalle del final ha logrado cogerme desprevenida.
Otro punto negativo para mí, ha sido Aurora, la niña, que aunque no me ha caído mal del todo, sí que me ha parecido bastante manipuladora y un poco repelente, por lo que tampoco ha logrado encandilarme como ha hecho con todos los personajes del libro. Mis personajes favoritos han sido más los pertenecientes a las generaciones pasadas que los de la época actual...
Es una novela bonita, muy fácil de leer, entretenida,
bien escrita y como he dicho, con unos personajes y unas relaciones que se
establecen entre ellos que son lo mejor del libro, eso sí, no esperéis
encontrar ese giro final de sorpresa que tanto nos suele gustar a los lectores…
De todas formas, tal y como comenzaba mi reseña, estoy convencida que aquellos
que disfrutáis leyendo sagas familiares encontraréis la lectura de “La joven
del acantilado” de lo más agradable.
Me han quedado ganas de repetir con la autora, así que “El
secreto de la orquídea” pasa a formar parte de mis lista de próximas lecturas.
Es precioso, me encantó
ResponderEliminarLo quiero leer. Pero, hay reseñas de todo tipo. Y ya no sé... Aunque, no me dejo influenciar :D Pero bueno, lo leeré en un futuro. Suena bonito.
ResponderEliminarBuena reseña.
Un bico.
Esta la quiero leer.
ResponderEliminarNo me había dado cuenta de que era la misma autora de El secreto de la orquidea que quiero leer, esta también tiene buena pinta a pesar de los puntos negativos
ResponderEliminarbesos
Tengo muchas ganas a este!... y precisamente también al Secreto de la orquídea jejeje
ResponderEliminarBesotes
A mi este libro me entretuvo bastante aunque me pareció mucho mejor construido el anterior libro de la autora, "El Secreto de la Orquídea".
ResponderEliminarOtra más a la lista.
ResponderEliminarBesos.