Liverpool Street de Anne C. Voorhoeve
Cuando cae
en mis manos una historia llena de sensibilidad sobre momentos realmente duros
y difíciles de la vida, y esa historia está puesta en boca de un niño, no puedo
evitar sentirme atrapada por la novela desde las primeras páginas.
Este libro
que hoy os traigo, nos cuenta la historia de Ziska Mangold, una niña de 10 años
que por desgracia tiene que hacerse mayor mucho antes de lo que debería… Porque
Ziska nació en Alemania en el año 1928, así que si os digo que la novela
arranca en invierno de 1939, ya podéis poneros más o menos en situación. Pero
lo que ya me gustaría adelantaros, es que no es una novela más de nazis, judíos
y campos de concentración, el enfoque de esta novela es diferente y aunque
lamentablemente el contexto histórico sí que es el mismo, los acontecimientos
que rodean la vida de Ziska durante el conflicto son distintos a los que
estamos acostumbrados.
Ziska es
hija única y vive con sus padres en Berlín. De ascendencia judía, hoy ningún
miembro de su familia practica dicha religión, de hecho se habían convertido al
protestantismo algún tiempo atrás, y Ziska iba a clases preparatorias para la
confirmación. Pero para los alemanes, que no hacen distinciones y que examinan
detenidamente los antecedentes de todos aquellos que tienen bajo sospecha, no
cabe ninguna duda, para ellos, son judíos. Ziska no sabe ni lo que significa
ser judío, desconoce por completo esa religión, por lo que se queda
completamente desconcertada cuando empieza a ser perseguida por otros niños y
tiene que cambiar de colegio para ir a uno exclusivamente de judíos.
Las cosas
se ponen muy feas para todos los judíos que conoce, entre ellos la familia de
Bekka, su mejor amiga. Deciden por lo tanto huir, saben que tienen que
abandonar Alemania cuanto antes y se ponen a buscar un país en el que puedan
comenzar de nuevo y vivir sin ser perseguidos. Shangai empieza a barajarse como
una buena opción, a pesar de no hablar chino, es un lugar en el que podrán
entrar sin tener ningún salvoconducto…
Pero una
noche, los nazis llegan a su casa y se llevan a su padre. No pueden hacer nada
para evitarlo. Las cosas se ponen cada vez más feas, y Ziska y su madre deciden
irse a vivir con sus tíos y sus primas. El viaje a Shanghai debe esperar, no
pueden irse y dejar a su padre en el campo de trabajo, tienen que intentar
liberar a su padre cuanto antes para poder salvar las vidas de todos ellos
posteriormente.
Sin
embargo, un día Ziska llega a casa contando algo que le ha dicho su amiga
Bekka. La Comunidad Cultural Judía en colaboración con el Movimiento de Ayuda a
Niños Refugiados de Inglaterra, está realizando transporte de niños, es decir,
envían trenes llenos de niños a Inglaterra donde familias de acogida les están
esperando para ayudarles a sobrellevar esta época tan dura. Ziska no se
imaginaba en ningún momento que a su madre se le pudiera ocurrir inscribirla a ella en uno de esos trenes… Es cierto que la relación entre ellas
nunca había sido tan estrecha como con su padre, pero Ziska no puede entender
cómo a su madre se le puede pasar por la cabeza abandonarla, tiene sólo 10
años, está muerta de miedo, y lo único que quiere es estar con su familia… es
un cría, no se le puede pedir que razone ni entienda que sólo están intentando
alejarla del peligro…
Así que
Ziska, es incluida en el proceso de selección y sale elegida. Bekka, que se
moría de ganas de ir a Inglaterra no es aceptada, y se enfada mucho con Ziska
acusándola de haberle robado el puesto…
Empieza
entonces el viaje de nuestra pequeña protagonista hacia un lugar totalmente
desconocido para ella, con un idioma que no habla, con una familia de la que
nada sabe, abandonada por su madre, su padre e incluso su mejor amiga… El viaje
en tren tampoco resulta nada agradable, la cruz que su madre le ha regalado la
hace parecer una espía ante los ojos de los demás niños judíos, nadie se cree
que una judía pudiera llevar algo así colgado al cuello… Menos mal que conoce
al bueno de Walter Glücklich durante el viaje, que le hará sentirse un poquito
mejor en unos momentos que lo necesitaba enormemente… Más adelante, ya en
Inglaterra, volverán a encontrarse y se harán grandes amigos…
Cuando ya
creía que las cosas no podían salir peor de lo que iban, al llegar a Inglaterra
su familia de acogida no acude a recogerla a la estación. De nuevo abandonada;
ya empieza a ser un sentimiento habitual en ella… La llevan a una residencia
junto con los otros niños a los que no han ido a recoger y se propone un
objetivo: encontrar ella misma una familia de acogida. Por suerte, el destino
esta vez juega a su favor, y la pone en medio del camino del doctor Shepard y
su hijo Gary, quienes buscaban un niño refugiado a quien acoger.
Ya tiene
familia de acogida, lo más sorprendente de todo, es que la familia Shepard es
una familia judía ortodoxa, cumplen estrictamente todas las leyes de su
religión, y Ziska, desde los primeros días, decide que ella también quiere ser
judía y hacer lo mismo que hace su maravillosa familia de acogida.
Comienza
así la etapa de su vida en Inglaterra, pero no todo será un camino de rosas… a
pesar de que ha tenido una suerte tremenda con su familia, no podrá evitar que
Inglaterra entre en guerra con Alemania, y de nuevo allí tendrá que enfrentarse
a la dureza que toda guerra trae consigo…
Su estancia
en Inglaterra es la parte más extensa y principal del libro. Vemos cómo va
aprendiendo el idioma, cómo su relación con Amanda, su madre de acogida se
estrecha cada vez más, cómo va conociendo nuevos amigos… pero también seremos testigos
de lo mal que lo pasan cuando estalla la guerra, de las difíciles decisiones
que toman aquellos que más quiere, de sentirse de nuevo rechazada, ahora por
ser alemana y por lo tanto, causante del conflicto (¿es que no se acuerdan ya
de que por culpa de los alemanes ella tuvo que abandonar su patria?)…
Y van
pasando los años, siete en total… Y entonces Ziska tendrá que tomar la decisión
más importante y difícil de su vida…¿Dónde y con quién va a vivir ahora que ya
ha terminado la guerra?
Es un libro
que me ha gustado mucho. El hecho de estar narrado en primera persona me ha
encantado, te acerca tanto a la figura de Ziska que lo ves todo a través de sus
ojos y eres capaz de sentir casi en tu propia piel todo a lo que la pobre tiene
que enfrentarse… Nunca había leído sobre el tema de transporte de niños judíos
por lo que también me ha parecido muy interesante ver el conflicto desde este
punto de vista. Sí que había leído sobre el transporte de niños españoles
durante la guerra civil, “El otro árbol de Guernica” de Luis de Castresana, un
libro que leí de niña y que me encantó y que ya de paso también os recomiendo.
Volviendo
al libro de hoy, comentaros que se lee solo, son 500 páginas pero la prosa y la
expresión de la niña se dejan leer muy bien y el encanto de la propia historia también
ayuda. Los personajes principales también me han caído estupendamente, y eso
para mí es muy importante. La niña te conquista desde que la conoces, y además
resulta muy simpática contando ciertas cosas, así que las pequeñas dosis de
humor que hay en el libro en el medio de tantas desgracias, pues son de
agradecer. Y la familia Shepard, qué suerte tuvo Ziska que la familia que le
había tocado no la hubiera ido a recoger para así poder finalmente quedarse con
ellos.
Otro
detalle que me ha gustado mucho y que me ha resultado de gran utilidad, es que
la autora adjunta al final del libro un diccionario de términos judíos que
aparecen en el libro, facilitándonos así la compresión de muchas cosas de dicha
religión que para mí eran completamente desconocidas.
Y ya para
finalizar, sólo me queda animaros a que conozcáis a Ziska y la acompañéis en su
inesperada aventura en Inglaterra. Estoy segura que tanto ella como su
particular historia os llegarán al corazón, y a pesar de que soltaréis alguna
lágrima que otra, esta historia es de las que al cerrar el libro, te dejan con
una sonrisa en los labios.
Muy interesante. Me llaman mucho las historias ambientas en esa época.
ResponderEliminarGenial reseña, como siempre.
¡qué buena pinta tiene! no la conocía pero las novelas ambientadas en este periodo son de mis favoritas y si tiene una visión diferente, mejor
ResponderEliminarbesos
Wow! muchas gracias por la información :)) Lo apuntaré en la lista de libros que quiero leer!! Gracias.
ResponderEliminarNo conocía esta novela pero tras tu reseña, no queda otra sino apuntar esta novela y dejarla bien subrayada, que tiene una pinta...
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo este libro apuntado en mi lista de pendientes desde hace tiempo y ya ni me acordaba, pero tu reseña me lo ha recordado, así que lo subo unos cuantos puestos ;) Un besito :)
ResponderEliminarSigo tu blog con gran interés, tus recomendaciones son fantásticas, pero una pregunta que pasa con los libros que aparecen en estoy leyendo y luego no aparece tu reseña quiere decir que no son buenos?
ResponderEliminargracias por este blog
Hola Mercedes,antes de nada quiero agradecerte tus palabras,me hace mucha ilusión saber que te gusta el blog y que las recomendaciones te resultan útiles.
EliminarEn cuanto a tu pregunta, últimamente me he vuelto un poco estricta con las lecturas,es decir, si en la página 50-80 no me ha enganchado todavía,pues lo dejo aparcado... No significa que no sea bueno, simplemente que a lo mejor ese no era el momento para que yo leyera ese libro,así que prefiero abandonarlo y quizás más adelante lo retome de nuevo... Tengo una lista tan larga de libros que quiero leer que no me apatece leer algo que no me enganche y emocione desde el principio... Así que no dejes de leerlo si te apetecen, porque no es que sean malos,simplemente que en ese momento a mí no consiguieron engancharme... Si lees alguno de ellos y te gusta,por favor, me encantará que me recomiendes que retome el libro.
Gracias de nuevo y un abrazo!
gracias por contestarme, es que te sigo a diario practicaente, tu blog está en la barra de mis favoritos
ResponderEliminarel último que me he leido fue el de "los besos no se gastan" y me encantó