HERMANA

                        Hermana de Rosamund Lupton

“Hermana” qué título más significativo, sin necesidad de determinantes, ni adjetivos, ni ningún tipo de modificador, el sustantivo por sí solo ya nos transmite que ella es única, la más especial, que con ese nombre ya lo dice todo y que no se necesita nada más para comprender quién es el eje central de la novela y lo que, quién así la llama, tiene que sentir por ella.

El libro comienza con una carta que Beatrice le está escribiendo a su hermana pequeña Tess en la actualidad. En esa carta, Beatrice le cuenta cómo están las cosas desde que ella ya no está … Beatrice le dice que está visitando regularmente al fiscal Wright, que es el encargado de su caso en el juicio que va a celebrarse en breve… Y es así, a través de esta carta y de las conversaciones que Beatrice mantendrá con dicho fiscal a lo largo de la novela, de la forma que retrocedemos hasta el día en que recibió una terrible llamada de teléfono y comenzó esta triste e inquietante historia… Beatrice quiere contarle a Tess todo lo que ha ocurrido desde el día en que supo que había desaparecido hasta hoy…

Beatrice, a mí me gusta más Bee que es como la llamaba Tess, lleva una vida tranquila y apacible en Nueva York, tiene un trabajo estable, una pareja estable, una vida estable… lo que siempre buscó. Pero desgraciadamente, una llamada telefónica va a hacer que todo lo que la rodea se tambalee y se derrumbe por completo. Al otro lado de la línea está su madre, la llama desde su casa en Londres porque su hermana pequeña, Tess, ha desaparecido.

Bee regresa inmediatamente a casa, su hermana, su tan querida hermana, no puede haber desaparecido así sin más, tiene que haber una explicación y ella está dispuesta a encontrarla…

Aquel día, al llegar a Londres, su madre la recoge en el aeropuerto y juntas van a la comisaría. Allí le hacen numerosas preguntas y sale a relucir, por primera vez delante de la madre, el tema de que Tess estaba embarazada, de hecho, estaba a punto de tener el bebé en el momento en que desapareció, o eso creía Bee hasta ahora, pues le informan de que dio a luz un niño muerto justo dos días antes de su desaparición y que le fue diagnosticada una depresión postparto… Se le hacen numerosas preguntas, que cuándo hablaron por última vez, que por qué había abandonado la facultad de Bellas Artes, que quién era el padre del niño, si le había contado algo de las llamadas anónimas amenazadoras que estaba recibiendo últimamente, que si estaban tan unidas como ella decía, cómo era que no le había contado lo de la muerte de su bebé… La policía intentará hacer todo lo posible por encontrarla, emitirán incluso una escenificación de los últimos momentos en los que fue vista por si alguien puede aportar más información sobre el caso…

Tras abandonar la comisaría, Bee acude al apartamento de Tess. Allí sigue con la esperanza de que aparezca en cualquier momento por la puerta, conoce a su hermana demasiado bien para saber que nunca habría desaparecido de manera voluntaria… Amigos de Tess llegan al piso, y van aportando pequeños detalles sobre la última vez que la vieron… Todo apunta a que Hyde Park fue el último lugar en el que estuvo… y allí es donde aparece el cuerpo de Tess sin vida, con las venas cortadas… Rota de dolor, Bee decide inmediatamente ponerse a investigar quién ha podido asesinar a su hermana, hay demasiados cabos sueltos en la historia, y demasiadas personas que podrían haberla asesinado. Ella sospecha de todo y de todos…pero la policía, no piensa lo mismo, el caso no es considerado homicidio, la depresión que Tess padecía y el hecho de haberse cortado las venas indican claramente que ha sido un suicidio… por lo que Bee se ve abandonada por completo en su investigación, pero ella no va a detenerse, sabe que la han asesinado, su hermana estaba llena de vida, adoraba la vida y se comía la vida, jamás se la quitaría… y ella va a encontrar a quien lo ha hecho por mucho que le cueste y aunque nadie, ni la policía, ni su novio, ni su propia madre la apoyen.

Pero ya desde el principio del libro, sabemos que Bee tenía razón, pues como ya dije antes, se nos habla de un juicio que está a punto de celebrarse. Ahora sólo nos queda acompañarla en una trama compleja y perfectamente hilvanada, en la que también nosotros sospecharemos de todo el mundo, en el que se nos irán dando pequeñas pistas sobre la vida que Tess llevaba, sabremos que tenía una aventura con un hombre casado, que un amigo estaba obsesionado con ella, que su bebé no estaba sano, que había hecho nuevas amistades, que últimamente recibía llamadas y estaba asustada porque alguien la perseguía… Con todos estos ingredientes, adulterio, acoso, medicina, amenazas, miedo… nos veremos envueltos en una complicada, emocionante y escalofriante historia que no podremos parar de leer, y que conseguirá incluso dejarnos boquiabiertos con un final de lo más insospechado, no en lo que se refiere a la resolución del crimen, pues eso en la última parte ya nos vamos imaginando por donde pueden ir los tiros, sino al final de la historia en sí, ya que la autora nos sorprende con un giro de lo más inesperado….

Lo que más me ha gustado del libro es la elegancia que desprende cada párrafo del mismo, la autora tiene una técnica narrativa exquisita, sobria, serena pero sobre todo, elegante. Me encanta el hecho de que esté contado en primera persona y que sus palabras vayan dirigidas directamente a Tess, nos hace sentirnos tan cerca de Bee, de sus pensamientos, de sus sentimientos, de su dolor, del amor que existía entre las dos hermanas; me ha llamado la atención la forma en que la autora consigue que todo el sufrimiento que Bee siente, sea capaz de traspasar las páginas del libro y llegarnos muy dentro, y todo ello sin dramatizar ni caer en el llanto fácil en ningún momento. Además, tiene el poder de enganchar al lector desde la página uno, la historia y la prosa se vuelven adictivas desde el principio, aunque el ritmo inicial sea más pausado y vaya in crescendo a medida que avanzamos en la lectura de la novela.

Y lo que es importante resaltar es que ésta, no es sólo una novela de intriga  en la que hay que resolver un misterio, esta novela está llena de sentimiento, es un homenaje al amor fraternal, que aquellos que tenemos la suerte de tener hermanos tan bien entendemos y tan identificados nos podemos sentir con Bee, porque por nada del mundo querríamos tener que vernos en esta terrible situación, ni sentir su impotencia y su insufrible dolor… Porque disfrutamos leyendo y recordando la relación tan estrecha y especial que unía a Tess y a Bee, ya desde su infancia, en la que los golpes de la vida les hicieron daño demasiado pronto, pero también hicieron que se unieran tanto que a pesar de ser como el día y la noche, se sentían como si fueran sólo una…

Porque el libro está lleno de fashbacks, no sólo desde el principio en el que Bee, con su carta, retrocede hasta el día de la fatídica llamada, sino durante sus conversaciones con el señor Wright, en las que le resulta inevitable revivir momentos y conversaciones que ha vivido y mantenido con Tess…

Los que me seguís habitualmente, ya sabéis cuánto disfruto aprendiendo cosas nuevas con los libros, y en esta ocasión quiero resaltar que con esta novela he recibido unas lecciones científicas de lo más enriquecedoras que no podía dejar de mencionar aquí.

Como pequeño detalle, me gustaría comentarle a la autora (aunque soy completamente consciente de que no me va a leer), que hay gente que sí que leemos los agradecimientos que escriben al final del libro a pesar de que ella cree que nadie lo hace, yo soy una de esas personas, y a mí me ha emocionado saber que su hermana pequeña fue la inspiración de este libro, me ha parecido una muestra preciosa de cariño.

Ya para finalizar, sólo me queda recomendaros la lectura de esta novela, que para mí ha sido todo un descubrimiento y un absoluto disfrute. Acompañad a Bee en su investigación, sufriréis y os desesperaréis porque parecerá que las puertas no harán más que cerrarse a vuestro paso, pero no os rindáis ni la abandonéis vosotros también, porque todo el camino y por supuesto el final, habrán merecido la pena.