"Los
pasos que nos separan" de Marian Izaguirre
Todavía recuerdo lo reconfortante que fue para mí la
lectura de "La vida cuando era nuestra" de esta misma autora. La
novela llegó a mí en el momento ideal para que ese libro y yo nos encontráramos,
por ello, además de por ser una excelente novela, se convirtió en una lectura
de lo más especial.
Tenía muchas ganas de leer lo nuevo de Marian
Izaguirre, y una vez más ha conseguido que saboree páginas y páginas de buena
literatura.
En esta ocasión, la autora nos presenta una novela en la
que encontramos dos líneas temporales que tienen como nexo de unión al
personaje de Salvador.
La primera línea temporal nos lleva a Trieste, en los
años 20. La ciudad ese día está siendo azotada por la bora, un típico viento de
la región, pero también está siendo azotada por los nuevos aires fascistas que
empiezan a instalarse en el corazón de muchos de sus ciudadanos.
Salvador es un joven escultor español que se encuentra
en la ciudad italiana trabajando como ayudante del gran maestro Spalic. Esa
tarde, va a conocer a la que será el amor de su vida : Edita. Edita es eslava,
dulce y hermosa, y está casada... y tiene una niña pequeñita...y no es feliz...
El amor que surge entre ellos, la necesidad de estar juntos, de amarse, de
poseerse, les dará fuerzas para luchar contra todos los obstáculos que la vida
ha decidido poner en su camino para evitar que estén juntos...
Con prosa puramente poética, la autora en este hilo
temporal nos hace partícipes de la historia de amor de Salvador y Edita, nos
cuenta todo lo que tuvieron que hacer, todo lo que tuvieron que sacrificar para
no tener que separarse, tal y como sus corazones les exigían...
También en la parte que trascurre en los años 20
viviremos los cambios políticos que estaba viviendo la Italia de la época, con
la llegada de Mussolini y sus camisas negras, veremos cómo sus partidarios en
Trieste despreciaban a todos los que no fueran de origen italiano y los
altercados y atentados que se producían y vivían en las calles para conseguir
echarlos de la ciudad.
Además, siendo como es Italia cuna del arte, la autora
también ha querido dejar la esencia de ello en estas páginas: hacer escultor al
personaje principal, me parece que ha sido un guiño de lo más acertado para que
la importancia artística del lugar en el que trascurren los hechos, pudiera
respirarse y empaparnos en cada párrafo de esta historia. La ambientación que
rodea los encuentros de Salvador y Edita también es extraordinaria, y logra
trasportarnos a las calles de la ciudad italiana en aquellos días, una
ambientación en la que el arte, estará presente la mayor parte de las veces, como
es lógico al encontrarnos en el lugar en el que estamos; las conversaciones de
Salvador que giran en torno al arte tanto con su maestro, como con Edita, como
con las personas que realizan encargos, también ayudan a que la localización
elegida para la historia sea más que perfecta.
La otra línea temporal nos lleva a España, a finales de
los años 70... Aquí conocemos a Marina, tiene 20 años, y como muchos jóvenes de
aquella época, en la que se acababa de salir de una dictadura en la que todo
estaba prohibido, lleva una vida desfasada en la que las fiestas, las drogas y
el sexo son la tónica de su día a día: la vía de escape que muchos encontraron
para romper con todo lo anterior, para olvidar los años tan duros en los que
nadie conocía el significado de la palabra libertad, y que ahora muchos de
ellos, han convertido en libertinaje.
Marina, después de unas vacaciones locas en Menorca, se
ha quedado embarazada. No tiene ni idea de quién es el padre. No sabe qué
hacer. No tiene dinero para ir a Londres a abortar, no tiene a nadie en quién
poder apoyarse, en quien confiar y que la ayude a salir del grandísimo lío en
el que se ha metido. Como se entere su familia la matan... Necesita dinero
urgentemente...
Marina coge la página de ofertas de empleo del
periódico. Salvador, nuestro Salvador de Trieste, vive en Barcelona, tiene ya 80
años, y acaba de poner un anuncio buscando un estudiante con idiomas que le
haga de acompañante en un viaje que está a punto de comenzar. Marina es
estudiante, habla inglés y necesita el dinero.
El destino ha unido a nuestros dos protagonistas que se
embarcarán en un viaje no solo a través de varias ciudades europeas, se
embarcarán en un viaje hacia el interior de ellos mismos, una experiencia de
vida que les llevará a reflexionar sobre los errores que han cometido, sobre
los sentimientos de culpa que les atormentan, sobre la necesidad de encontrar
un perdón que les sosiegue el alma, sobre las elecciones que todos tenemos que
tomar a lo largo de nuestra existencia y la forma en la que repercuten en
nuestro futuro...
Porque la clave de este libro son las elecciones, es con
lo que me quedo; la suerte que muchos tenemos de poder elegir, aunque no
siempre tomemos la decisión correcta y nos lleve a pensar en muchas ocasiones
qué habría sido de nuestras vidas si nos hubiéramos inclinado por la otra
opción...
En este segundo hilo temporal, la prosa de la autora se
vuelve mucho más reflexiva, se llena de buenos diálogos entre nuestra pareja
protagonista, de buenas citas para anotar... Me ha encantado la relación que se
establece entre Salvador y Marina, la química entre ellos me ha llegado mucho
más que la química entre Salvador y Edita. Me gusta el bien que se hacen el uno
al otro, lo mucho que necesitaban encontrarse, el uno para acabar una vida, la
otra para comenzarla.
Como decía al principio estamos ante literatura de la
buena, eso lo respiramos, lo percibimos nada más comenzar el libro. El estilo
de Marian Izaguirre es exquisito, delicioso, es poesía pura. Cada párrafo de la
novela está escrito con una sensibilidad tan genuina, tan auténtica, que es
inevitable que la forma en la que la autora cuenta las cosas tenga que
valorarse tanto o más que lo que cuenta.
Ya sólo me queda invitaros a que os dejéis envolver y azotar
por el soplo de la bora tan típica de Trieste, que con sutileza os embarcará en
una historia de lo más especial, la historia de Salvador y Edita, la historia
de Salvador y Marina. Una historia de elecciones, una historia de amor, una
historia sobre los obstáculos que la vida disfruta poniendo en nuestro camino,
para observarnos y ver cómo nos las apañamos para seguir adelante...un pulso
entre ella y nosotros del que no siempre es fácil salir
triunfantes.
No se como lo haces però tus reseñas enganchan ya !!!!!!Me cogen unas ganes locas de leer todas tus libros recomendados !!!! Gracias,antes de conocerte leia....però ahora mucho mas !!!!!
ResponderEliminarParece una novela preciosa, así que me la apunto :) Gracias ^^
ResponderEliminarTiene muy buena pinta la reseña, así que me lo apunto para próximas lecturas :) ¡Dan ganas de leerlo!
ResponderEliminarMe gustó mucho LA VIDA CUANDO ERA NUESTRA, esta queda apuntada,gracias por tus reseñas.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarApuntado, muy buena reseña. Besotes
Joo... Me he quedado con ganas de sguir leyendo mas.... Desde luegi este libro lo leeré
ResponderEliminarBuenisima reseña 😉
Con qué ganas me dejas!
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya he leído más reseñas positivas y con lo mucho que me gustó La vida cuando era nuestra, leeré también éste
ResponderEliminarUn beso
Lo leí hace unas semanas y me gustó muchísimo
ResponderEliminarBesos
Quiero comprármelo en cuanto tenga ocasión porque La vida cuando era nuestra me gustó mucho :)
ResponderEliminarAunque la estructura de dos líneas temporales ya me parece muy explotada, lo cierto es que lo que dices de las elecciones me ha llamado la atención. Yo también pienso que se es más libre si se puede elegir (aunque nos equivoquemos). No he leído el primero, así que pongo este al lado del otro. Le echaré un pulso ;)
ResponderEliminarGracias y saludos!