EL SECRETO DE MI MARIDO

                      “El secreto de mi marido” de Liane Moriarty

Cecilia Fitzpatrick no puede pedirle más a la vida: está casada con el apuesto, acaudalado e hijo de buena familia Jonh- Paul, con el que tiene tres preciosas y maravillosas niñas: Isabel, Esther y la pequeña Polly; además de ocupar en su comunidad, en Sydney, un puesto destacado como miembro del AMPA y organizadora de las mejores y más impecables fiestas, desempeña una importante labor como representante del Tupperware, siendo una de las mejores y más reconocidas vendedoras del país.Su casa, sus niñas, sus postres, sus fiestas,sus disfraces…son siempre los mejores,despertando la admiración y la envidia entre todos las que la rodean.

La vida de Cecilia y de los suyos se caracteriza por su organización y pulcritud; todo está siempre perfectamente controlado y nunca nadie ni nada consiguen alterar ese “perfecto” orden en el que consiste la vida de los Fitzpatrick…

Sin embargo, será un miembro de su propia familia, el que conseguirá desestabilizar para siempre su tan codiciada tranquilidad y estabilidad: un día, en el que su marido se encuentra de viaje de negocios, Cecilia tiene que subir al desván para buscar en una de sus cajitas de recuerdos cierto material que necesita su hija para continuar su investigación sobre el muro de Berlín(últimamente le ha dado por ahí a la niña, cada temporada se obsesiona con algún tema diferente).Cuando ya ha encontrado lo que buscaba, se topa por sorpresa con una carta manuscrita por su marido y dirigida a ella en la que se puede leer “Para mi esposa Cecilia Fitzpatrick. Abrir después de mi muerte”

Atónita, Cecilia no sabe cómo reaccionar,¿debe leer la carta?¿No debe leerla?¿Por qué habrá escrito esa carta su querido John-Paul?¿Qué es lo que le quiere contar que tiene que esperar a estar muerto para que Cecilia pueda averiguarlo?¿Debe decirle a Jonh-Paul que ha encontrado la carta?

Mientras dejamos a Cecilia con sus dudas trascendentales de cómo debe actuar en relación a la carta, entra en escena otro de nuestros personajes protagonistas que en breve comenzará también a vivir en la comunidad de Santa Ángela en Sydney, la joven Tess O´Leary. Tess es oriunda de Sydney, sin embargo hace unos años que vive en Melbourne con su marido Will y su hijo de seis años Liam. Tess, desde niña, ha tenido una estrechísima relación de amistad con su prima Felicity, con la que ha crecido y de la que nunca se ha separado durante demasiado tiempo. Desde hace unos años, Will, Tess y Felicity además de pasar mucho tiempo juntos como familia, comparten también sus horas de trabajo,pues han decidido montar una empresa de publicidad entre los tres. Felicity, siempre ha padecido obesidad mórbida, pero desde hace unos meses en los que entró en un programa de adelgazamiento, ha perdido muchísimo peso y se ha puesto espectacular. Una noche, Will y Felicity le confiesan a Tess que se han enamorado; en ese mismo momento, sin entender nada, pero hecha una auténtica furia, decide coger a su hijo, hacer las maletas y tomar un avión rumbo a Sydney junto a su madre, no puede estar con ellos ni un minuto más…¿Qué va a ser ahora de su vida?¿Cómo han podido traicionarla de esa manera dos de las personas que más quería en el mundo? En Sydney, los acontecimientos en la vida de Tess, se desarrollarán a un ritmo mucho más rápido de lo que había imaginado… Al poco de llegar, matricula a su hijo en el colegio católico de Santa Ángela, y allí, en administración, conocemos a la Rachel Crowley, la tercera protagonista de la novela.

Rachel es la secretaria del colegio y está a punto de jubilarse.Le gusta su trabajo y adora a su pequeño nieto Jacob, hijo de su hijo Rob. Sin embargo, Rachel, arrastra una grandísima pena que a pesar de haber pasado ya 25 años no ha sido capaz de mitigar: Un trágico episodio ocurrido años atrás que no ha podido olvidar sigue atormentándola día tras día, un caso que nunca fue resuelto y que espera que se llegue alguna vez a solucionarse por mucho tiempo que haya pasado.

Las vidas de estas tres mujeres tan dispares entre sí, y que apenas se conocen cuando comenzamos el libro, están a punto de verse totalmente entrelazadas, y se darán cuenta, de la importancia que los pequeños actos que realizamos y los secretos que guardamos pueden llegar a tener en los demás.

Tenía muchísimas ganas de leer este libro; había leído críticas muy positivas, y esperaba tener ante mí una novela de intriga en la línea del “thriller psicológico” que tanto me gusta últimamente. Sin embargo, creo que el hecho de haberme imaginado que la novela pertenecía a este género, ha sido la causa de que no lo haya disfrutado tanto como creía.

En el libro hay un misterio, es cierto, pero no me ha parecido el eje central de la novela; en esta historia no se trata de descubrir el asesino ni el porqué ha cometido dicho asesinato, esta novela en mi opinión, trata de la culpa, del sentimiento de culpa, de los secretos que nos atormentan, y de la fuerza o debilidad que demuestra el ser humano a la hora de tener que vivir con dichos secretos o afrontar las consecuencias que puede traer consigo el hecho de ocultar ciertas cosas durante determinado tiempo.

Una reflexión sobre los actos que realizamos cada día, sobre las consecuencias que el llamado “efecto mariposa” puede tener en las vidas de todos y cada uno de nosotros, sobre las casualidades de la vida o los caprichos del destino por poner en nuestro camino a determinadas personas en momentos concretos, haciendo posible que nuestras vidas puedan convertirse en algo completamente diferente por haber tomado una decisión que en aquel instante puede habernos parecido de lo más insignificante.

Todos estos encuentros y desencuentros, tendrán lugar en la pequeña comunidad católica australiana de Santa Ángela, y estarán envueltos por una ambientación al más puro “Mujeres desesperadas”, lo digo porque me ha resultado inevitable no pensar en las casas de Wisteria Lane como escenario de la novela y la perfecta Mrs. Cecilia Fitzpatrick me recordó desde el primer momento al personaje de Bree; si a esto unimos el tema de la carta ,el crimen sin resolver, el adulterio, los tupperware y repostería que se mencionan en la novela, podéis entender el porqué de mis comparaciones….Una sucesión de acontecimientos que van desde lo ridículo a lo gracioso, y desde lo más dramático a lo más cómico. Nunca he sido seguidora de la serie pero he visto un par de capítulos, y ha habido muchos momentos del libro, desde el principio que me la han recordado en más de una ocasión.

De las protagonistas del libro me quedo con Tess, fue la historia que más me entretuvo y me sacó más de una sonrisa, aunque sinceramente no me gustó nada cómo termina, no creo que tomara la decisión correcta…¿o tal vez sí?

Así que si viendo el argumento del libro os llama la atención, estoy segura de que lo vais a disfrutar mucho más que yo, que pensaba que el libro pertenecía a un género completamente diferente y me pasé más de 200 páginas esperando que sucedieran crímenes, misterios y una trepidante investigación policial…Como ya os dije, no se trata de eso, y a mí me cogió desprevenida.

La autora tiene una prosa ágil y sencilla que dota a la novela de un ritmo ameno que resulta entretenido,por lo que si os apetece indagar e interiorizar en las vidas de estas tres mujeres y ver cómo se desenvuelven diferentes tipos de personas al vivir con secretos, con sentimientos de culpa, entonces sin ninguna duda os animo a adentraros en esta peculiar comunidad de Melbourne en la que nada ni nadie son lo que parecen….

Hoy no puedo finalizar sin hacer una pregunta obvia…¿Vosotros abriríais la carta si fuerais Cecilia?