“El último adiós” de Kate Morton
En Junio de 1933 la familia Edevane se prepara para la
celebración de la fiesta del solsticio que tendrá lugar en su fabulosa casa de
verano situada junto al lago en Cornualles, un acontecimiento de lo más
especial y esperado por grandes y pequeños. En aquellos días, Alice Edevane, la
segunda de los cuatro hijos del matrimonio formado por Eleanor y Anthony, vivía
literalmente en las nubes, ya que a sus 16 años, acababa de enamorarse por
primera vez y además, estaba a punto de conseguir terminar su primera novela,
algo que ansiaba desde que era niña. No obstante, la felicidad que envolvía a
todos los miembros de la familia aquel caluroso día de verano, estaba a punto
de desvanecerse y de cambiar sus vidas para siempre: por la mañana temprano, la
familia habrá perdido a su hijo Theo, un bebé de apenas 11 meses que acababa de
aprender a caminar… El pequeño fue visto por última vez la noche de la fiesta
cuando fue llevado por su niñera a su dormitorio, sin embargo, esta mañana, la
cuna estaba vacía… ¿Dónde está Theo?¿Se habrá escapado por propia voluntad y se
habrá perdido?¿Habrá muerto ahogado en el lago?¿Lo habrán secuestrado?¿Quién se
lo habrá llevado? Todos detallan cuidadosamente los movimientos que realizaron
durante la noche para poder ayudar en la investigación y poder dar alguna pista
de vital importancia que ayude a encontrar al pequeño : se organizan partidas
de búsqueda, se interroga a la familia, invitados, servicio… pero nadie parece
haber visto nada ni nadie parece estar ocultando información que pudiera
resultar de interés, todo lo contrario, lo único que la policía observa es una
familia completamente rota por el dolor de haber perdido a alguien tan querido…
Solamente el lector es capaz de entrar en el pensamiento más íntimo de Alice y
darse cuenta de que Alice sabe algo, de que Alice calla algo, algo que le hará
sentirse culpable el resto de su vida…
En el año 2003 la policía Sadie Sparrow, se ve obligada
a cogerse unas vacaciones forzosas, tras un caso realmente complicado, en el
que se involucró demasiado sentimentalmente, una implicación que puede llegar a
perjudicar para siempre su carrera en el cuerpo. Para alejarse de todos los
problemas que tiene en Londres, decide irse a Cornualles con su abuelo Bertie,
abuelo que es como un padre para ella, pues fue quien la crió, junto con Ruth
su abuela. Cuando Ruth murió, Bertie decidió huir de Londres y de todo lo que
le recordaba al amor de su vida, y decidió refugiarse en Cornualles, en sus
bellos bosques y en sus hermosos lagos. Sadie disfruta saliendo a correr por el
bosque cada mañana, y en uno de sus paseos, encuentra una casa abandonada,
Loeanneth, la casa del lago…una propiedad que a pesar de su deterioro conserva
todavía su majestuosidad y emana magia desde cada ángulo que se la observe.
Sadie no puede evitar que su instinto policial sienta fascinación por esa casa
y por averiguar qué ha llevado a que una propiedad de esas características se
encuentre en ese estado. Cuando descubre que la familia Edevane vivía allí
felizmente hasta que la desaparición del pequeño de la familia les hizo
alejarse del lugar para no regresar jamás, sabe que tiene que intentar
averiguar más sobre el caso: cuando un policía local ya jubilado le cuenta que
el caso sigue sin resolver, la joven Sparrow no duda ni un momento en intentar
remover el pasado para poder descubrir, setenta años después, qué sucedió
aquella fatídica noche de verano de 1933.
Por suerte, sobre todo para Sadie, Alice Edevane
todavía está viva, tiene 86 años, vive en Londres y es una novelista de éxito,
sus libros de misterio protagonizados por un detective de lo más peculiar
llevan años haciendo las delicias de los aficionados al género. Sabe que no le
será fácil llegar a ella, y mucho menos remover un pasado doloroso que quizás
haya preferido olvidar, pero quizás, el paso del tiempo, le haya dado el valor
suficiente para recordar con más detalle qué sucedió aquella noche…¿Accederá
Alice a colaborar con Sadie Sparrow?¿Decidirá que es hora ya de intentar
encontrar la clave a un misterio que la lleva atormentando más de setenta años?
Volvemos a encontrar en esta nueva novela de Kate
Morton la fórmula de la doble línea temporal a la que la autora nos tiene
acostumbrados. Dos historias narradas en dos tiempos distintos, 1933 y 2003 en
este caso, pasado y presente que se complementan y beben el uno del otro para
estructurar el argumento, darle forma y llegar a la conclusión final. A mí
particularmente, la historia que transcurre en el pasado me resultó mucho más
emocionante que la del presente: conocer a la familia Edevane ha sido una
auténtica delicia,la manera en que perfila a cada uno de los miembros de la
familia es simplemente genial, todos los personajes que aparecen en el pasado
están tan bien trabajados, tan bien pensados, son tan especiales y trasmiten
tanto, que uno logra empatizar con ellos nada más conocerlos. Los Edevane son
la familia ideal , ellos enamoradísimos desde que se conocieron, un auténtico
flechazo, sus tres niñas completamente encantadoras y el pequeño Theo, qué
decir del pequeño Theo, si todos beben los vientos por él… La ambientación
también es magistral : la manera en que Kate Morton nos traslada a la campiña
inglesa en los años 30 es totalmente evocadora y nos hace pensar en muchos de
los clásicos que transcurren en aquella época. Se ve que la autora se ha
empapado de la literatura de aquellos días y disfruta rindiéndole homenaje en
sus novelas.
Lo que más me ha gustado del libro es sin ninguna duda
la manera en la que la autora complica toda la historia cuando uno lleva ya
unas 120 páginas en las que apenas ha disfrutado (sí, tengo que reconocer que
el libro no logró engancharme al principio, que me costó meterme en la
historia, pero una vez llegados a este punto, ¡madre mía! No pude dejar de leer…lo
tuve que terminar del tirón). Qué manera de engañar al lector desde el
principio,y no una, ni dos, ni tres veces… Qué giros completamente inesperados,
qué vueltas de tuerca consigue introducir en la trama logrando dejar al lector
completamente boquiabierto y alucinado… Cómo algo que parecía tan simple, tan
plano, puede lograr convertirse en algo tan enrevesado, ¡pero qué bien
enrevesado! La verdad es que lo único que podía hacer era pasar página tras
página para seguir descubriendo los increíbles misterios y secretos que
encerraba Loeanneth y la familia que la habitaba en aquel verano del 33…. Y es
que para qué negarlo, además de estar disfrutando de una trama magníficamente
elaborada, una tiene que reconocer que la magia del lugar y de la época en la
que transcurre nuestra historia, logra traspasar las páginas y contagiar al
lector con ese toque mágico y especial de aquellos días y aquella fascinante
propiedad y sus alrededores.
Por supuesto, en esta ocasión, Kate Morton continúa
siendo completamente fiel a su estilo narrativo : una prosa cuidada y muy
descriptiva, un lenguaje rico y natural, y una capacidad asombrosa de hacer
viajar al lector en el tiempo. Tengo que reconocer de todas formas, que a pesar
de disfrutar muchísimo con la forma en la que escribe la autora, ha habido
partes del libro, sobre todo al principio, en las que he notado que la autora
abusaba de la descripción o de párrafos demasiado largos que bien podría haber
evitado para que la lectura del comienzo no se hiciera pesada, sin embargo es
un “pero”, que va desapareciendo a medida que avanzamos en nuestra lectura.
Llegados a este punto, otro punto negativo que me
gustaría mencionar ha sido la forma en la que la autora resuelve el final, pero
el “final,final” (los que lo habéis leído me entenderéis a qué me refiero),
creo que ha sido demasiado “perfecto” cerrar la historia de esa manera, y además era algo completamente innecesario y
perfectamente evitable.
En resumen, sólo me queda decir, que una vez más, y por
quinta ya, he disfrutado de nuevo con una novela de Kate Morton. Me encanta la manera
en la que logra combinar dos historias que transcurren en dos épocas
diferentes, me encantan los misterios y secretos familiares que nos cuenta y la
manera en la que logra atraparnos con ellos, me encanta cómo la temática de la
guerra se incluye en todas sus novelas y logra darles un toque trágico-
nostálgico que resulta realmente cautivador, me encantan sus personajes, especialmente
los femeninos, y lo bien trabajados y perfilados que están en esta novela, y me
encanta la exquisita ambientación que logra traspasar las páginas del libro
para soplarnos literalmente en la cara con vientos propios de los años 30.
Dejo los enlaces a las demás novelas de Kate Morton que están reseñadas en el blog :
Estamos de acuerdo con ese final final que yo también creo que queda demasiado redondo.
ResponderEliminarA mí sí que me enganchó desde el principio
Besos
Le tengo muchísimas ganas por todas las reseñas que estoy leyendo. Caerá pronto.
ResponderEliminarSaludos ;)
Es una autora que tengo pendiente toooodavía...
ResponderEliminarBesotes
La acabo de empezar y me está costando meterme. Seguiré después de esta critica y a ver si me acaba enganchado.
ResponderEliminarLa acabo de empezar y me está costando meterme. Seguiré después de esta critica y a ver si me acaba enganchado.
ResponderEliminarLo acabo de terminar y tengo q decir q no me ha gustado tanto como los anteriores aún así deseando leer un nuevo libro de Kate Morton
ResponderEliminarPienso lo mismo sobre el final... y mira que el final de El cumpleaños secreto fue perfecto :(
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