“Diamante azul” de Care Santos
En “Diamante
azul” Care Santos nos relata la historia de una saga familiar que la autora
conoce muy, pero que muy bien, puesto que es la historia de su propia familia.
En ella,
nos remontamos hasta el siglo XVIII para conocer los orígenes de los Pujolar,
unos orígenes ya de por sí cargados de intrigas y muertes misteriosas, y que
harán las delicias de los lectores aficionados al género de sagas familiares.
Aunque en
la novela viajamos varias generaciones atrás para entender la mayor parte de
los secretos que nos acompañarán a lo largo de la novela, lo cierto es que el
libro girará, al menos para mí, en torno a tres personajes principalmente : En
la primera parte de la novela, será Teresa Pujolá, que es la abuela de Care
Santos, quien lleva el mayor peso de la novela, un personaje que me encantó por
su fuerza, su manera de afrontar la vida, su pasión y sobre todo, por la forma
en la que decide romper con todo y con todos para vivir la vida que ella quiere
vivir. Una joven con unas ideas y unos ideales muy avanzados para la época, una
seguridad en sí misma que traspasaba las páginas del libro, y una vitalidad y
un carisma que nos hacen pensar que si nos hubiéramos encontrado alguna vez en
la vida con esta mujer, sería de esas personas que es difícil de olvidar e
imposible no admirar. Acompañaremos a Teresa principalmente en sus años de
juventud que transcurrieron durante el primer cuarto del siglo XX, sufriremos
con ella por tener que tragarse las ganas y las ansias de dirigir un negocio
para el que está más que capacitada, pero que le está completamente prohibido
por el hecho de ser mujer, viviremos también su enamoramiento con el que será
el hombre de su vida, presenciaremos los constantes enfrentamientos con su
madre, una mujer que más malvada y retrógrada no podía ser, pero lo que sí que
disfrutaremos será contemplando cómo esta mujer decide tomar las riendas de su
vida y hacer lo que simplemente le hace feliz, sin importarle en absoluto el
qué dirán, lo que tiene un enorme mérito habiendo vivido la época en la que le
ha tocado vivir.
Silvestre
Pujolar, el abuelo de Teresa, será también una parte clave de nuestro relato,
ya que es él quien decide mudarse con toda la familia a Mataró buscando una
vida mejor. Al llegar a Mataró, en la segunda mitad del siglo XIX ,abre una
tintorería que le deparará un enorme éxito, tanto a él como a toda su familia,
quienes gozarán en todo momento de una posición económica más que acomodada. De
la mano de Silvestre y sus descendientes, conoceremos minuciosamente los entresijos
de un oficio tan interesante como el de tintorero, del que tampoco había leído
demasiado con anterioridad, lo que resultó todavía más emocionante para mí, ya
que siempre disfruto aprendiendo cosas nuevas. La segunda mitad del libro, se
centrará principalmente en el pasado, teniendo a Silvestre y en especial, a
Teresa Marqués, su segunda esposa, como protagonistas. La historia de amor
entre Silvestre y Teresa es realmente hermosa también, y Teresa también se
caracteriza por ser una mujer muy avanzada para su época. Con una ávida sed de
aprendizaje y de cultura, de la que ella al principio apenas es consciente, se
va sumergiendo poco a poco, y gracias a su amor por la lectura, en círculos
intelectuales que la llenarán plenamente y en los que se dará cuenta que
llevaba años siendo “sufragista, republicana y agnóstica” en su corazón, y que
ahora por fin puede poner nombres a todos esos sentimientos que le ardían en su
fuero interno. No hace falta decir cuantísimo me gustó el personaje de Teresa Marqués,
y la lástima que sentí por ella en sus últimos días….
Me encantó
también el toque esotérico de ese misteriosos reloj de pared que acompañó a la
familia generación tras generación, y que macabramente anuncia cada muerte que
va a tener lugar en la familia, tocando diferente dependiendo si el difunto
será niño, hombre de mediana edad o anciano… Aunque bien es cierto que sólo de
pensar en convivir con un reloj de esas características hace que se me pongan
los pelos de punta….
Además de
retratar detalladamente la historia de su familia, Care Santos hace también un
cuidado y preciso retrato de la época en la que vivieron sus antepasados, por
lo que el lector, gracias a la cuidada ambientación, es perfectamente capaz de
visualizar los escenarios propios de aquellos tiempos. Uno se traslada al
Mataró de la segunda mitad del XIX y de principios del XX, y se empapa de sus
olores, de sus salones, de sus pianos, de sus coches de época, de las primeras
huelgas, de los primeros sindicalistas, de las beatas, de las marcadas
diferencias sociales que golpeaban con fuerza a los más desfavorecidos, de aquellas primeras salas de cine que causaron auténtico furor…en
definitiva, un retrato económico y social completamente necesario para entender
y encuadrar mejor las vidas y vivencias de los Pujolar en aquellos tiempos.
La
estructura de la novela me ha parecido muy original, ya que la autora nos
presenta la historia en capítulos bastante cortos y que no transcurren lineales
en el tiempo, todo lo contrario, la autora salta del 1927, al 1905 como al 1853
para volver al 1920, pero lo hace de una manera inteligente y cuidada que para
nada trastoca al lector ni su lectura.
Os dejo los enlaces a otras novelas de la autora que también tenéis reseñadas en el blog :
Lo leeré seguro, me encanta la autora =)
ResponderEliminarBesotes
Ya le tenía ganas, que esta autora aún no me ha defraudado. Y veo que tampoco lo va a hacer con esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!
Curiosamente, hoy se ha cruzado en mi camino este libro¡¡¡ Un beso
ResponderEliminarMe gusta esta autora y ya tenía fichada esta novedad pero después de leer tu reseña me apetece más aun...
ResponderEliminarUn beso
Llevo unas 100 páginas de este libro y me está gustando mucho. Besos.
ResponderEliminarNo tiene mala pinta, no creo que lo lea por el momento pero no lo descarto para mas adelante.
ResponderEliminarSaludos
Lo he terminado hace unos días y también me ha gustado mucho aunque mi preferido sigue siendo Habitaciones cerradas
ResponderEliminarBesos