EL VIOLINISTA DE MAUTHAUSEN

             El violinista de Mauthausen de Andrés Pérez Domínguez

Puede que muchos de los que comencéis a leer esta entrada penséis que no os apetece  leer otra novela más sobre nazis y sobre la II Guerra Mundial, por eso antes de nada quiero animaros a llegar hasta el final de la reseña y luego ya tomaréis la decisión de leerla o no, pero lo que os garantizo de antemano es que esta historia es diferente a todas las que he leído sobre el tema; esto es una historia de amor, a tres bandas, que tiene como telón de fondo París, Berlín y el campo de concentración de Mauthausen durante esos crueles ,duros y difíciles años que rodearon a dicho conflicto.

Rubén Castro es un joven republicano y comunista español que ha tenido que escapar a París por culpa de la guerra civil española. Vive allí con su novia Anna, francesa pero de madre alemana, y a la que acaba de pedir matrimonio. Poco después de ese maravilloso día, Rubén es arrestado por la Gestapo, por comunista y por republicano, es metido en un tren y es enviado al campo de prisioneros de Mauthausen. Desde ese día, Anna , no se detendrá ni un solo momento para poder hacer algo, lo que sea, con tal de poder ayudar a Rubén, pero nadie le dice nada, nadie sabe dónde se encuentra, si está vivo, muerto…Así que Anna es reclutada por los aliados, y comienza a trabajar de espía para ellos, desempeñando un doble papel ,una doble vida, un doble juego…y así conoce Franz Müller, un ingeniero alemán, que se enamora, o se obsesiona,  perdidamente de ella, o con ella, del que tiene que lograr conseguir información pero por el que muy a su pesar también acaba sintiendo algo…

Y así, con sólo cuatro personajes, Anna, Rubén, Franz y Bishop, el agente aliado que la recluta, el autor consigue crear una historia llena de historia, de amor, de saltos en el tiempo, de sufrimiento, de lealtad, de traición, de rendición, de superación, de lucha…Cada capítulo es contado en primera persona por cada uno de los personajes, cada uno cuenta su visión de los hechos, y la información que nos da uno es totalmente imprescindible para entender lo que nos quiere decir el otro.

Y la novela comienza con el fin del conflicto, y con Rubén en París buscando a Anna, desesperado, lleno de miedo y de amor, pues ha sido el amor lo que le ha salvado…y a partir de ese presente, retrocedemos en el tiempo, de la mano de cada uno de los personajes, y con todos sufrimos, y a todos entendemos pero por supuesto, no nos gustaría tenernos que poner en la piel de ninguno de ellos.

Me quedo con el personaje de Anna, me ha llegado muchísimo, y las descripciones de Rubén de su viaje en el tren hacia el campo de concentración son brutales y desgarradoras. Y con la importancia que tiene el Destino , en el que tanto creo, en el desarrollo de los acontecimientos.

Como parte negativa, tengo que decir que algunos párrafos y partes se me hicieron un poco lentos y a veces la historia se me hacía un poco repetitiva. Tampoco me resultó fácil acostumbrarme al estilo narrativo del autor, quien dicho sea de paso,  ganó con esta novela el premio Ateneo de Sevilla.

El libro me ha conquistado a medida que avanzaba en mi lectura, y han sido las 100 últimas páginas las que ha ayudado a que esta novela aumente su puntuación.

Ahora sólo tenéis que leerlo para saber quién tocaba el violín , yo no quiero destriparos más el libro. Espero que os guste y me hagáis llegar vuestros comentarios.