“Las lágrimas de la diosa maorí” de Sarah Lark
Con esta
novela, Sarah Lark cierra la trilogía Kauri
en la que nos lleva de nuevo hasta Nueva Zelanda, la última saga escrita por la
autora y que comienza con “Hacia los mares de la libertad” y continúa con “A la sombra del árbol Kauri”.
Tal y como
ya nos tiene acostumbrados a sus seguidores, encontramos una estructura que nos
resulta muy conocida, ya que tanto todas las series como las trilogías de la
autora, son sagas familiares en las que cada libro está protagonizada por los
descendientes o las siguientes generaciones de los personajes que conocimos en
la novela anterior.
También,
siguiendo un patrón que ya nos resulta familiar, son siempre dos mujeres las
que llevan el peso de toda la historia, aunque esta vez, la novela me ha
parecido más coral que en anteriores ocasiones, ya que son varios los
personajes en los que se centrará la trama dependiendo de la parte del libro en
la que nos encontremos.
En esta
ocasión, las principales protagonistas son Atamarie, la hija de Matariki y
Roberta, la hija de Violet que se casó en segundas nupcias con Sean Coltrane.
Tanto Lizzie como Kathleen, las protagonistas del primer libro de la trilogía
continúan con vida y aparecerán a lo largo de la novela, especialmente Lizzie
que tendrá que lidiar con los problemas amorosos que afectarán seriamente a las
vidas de sus hijos Kevin y Patrick.
Kevin,
romperá un poco con el patrón al que nos tiene acostumbrado Sarah Lark, ya que
en esta novela su papel será uno de los principales, y no es habitual que un
protagonista masculino adquiera tanta relevancia en las obras de esta autora.
Con Kevin, viajaremos hasta Sudáfrica y viviremos y conoceremos de cerca la
guerra de los bóers : se nos explican muy bien las causas que hicieron que
estallara este conflicto, las relaciones entre los bóers, los ingleses y los
nativos de Sudáfrica, nos adentramos en el calvinismo y sufrimos al leer sobre
el racismo que corría por las venas de los colonos holandeses, visitamos y
recorremos con Kevin como médico los campos de refugiados tras la contienda…una
parte histórica la verdad bastante interesante, que no he podido disfrutar como
me habría gustado al ser el Kevin un personaje al que tuve atragantado casi desde
el mismo momento en que entró en escena, antipatía que no hizo más que ir en
aumento a medida que iba avanzando en la lectura de esta novela.
En cuanto a
las protagonistas femeninas, tampoco he logrado empatizar con ellas como me
habría gustado, ni he notado la fuerza en ellas que suele caracterizar a los
personajes femeninos de Sarah Lark. He sentido que tanto a Atamarie como a Roberta
les faltaba algo, esa chispa, ese coraje y carisma que uno se esperaba
encontrar.
Por una
parte tenemos a Atamarie, que se convierte en la primera mujer que logra entrar
en la Facultad de Ingeniería de Nueva Zelanda. Es una mujer muy inteligente que
sueña desde niña con la posibilidad de volar. Atamarie es de las mejores
estudiantes de su curso, y espera llegar algún día a construir un aparato con
el que surcar el cielo. En su camino hacia su sueño, se encuentra con Richard
Pearse, un personaje que existió en realidad y del que se dice que consiguió
volar poco antes de que lo hicieran los hermanos Wright en Estados Unidos, sin
embargo fueron ellos los que saltaron a la fama mundial.
No me ha
gustado nada de nada la relación entre Richard y Atamarie, no he entendido en
ningún momento la devoción que una mujer tan inteligente como ella podía sentir
por alguien que, por muy brillantes ideas que tuviera, carecía de pasión, de
alegría, de seguridad, de ilusión… Un personaje que trasmite tristeza cada vez
que aparece, un personaje sin vitalidad, obsesionado, traumatizado y con un
miedo atroz al fracaso que le impide triunfar en la vida. Pero Atamarie, en vez
de luchar ella misma por su sueño, se vuelca completamente en Richard,
intentando en todo momento que él consiga lo que ella lleva soñando toda su
vida….Pero, ¿por qué? Si además él apenas se muestra agradecido en ningún
momento…Con todo lo que lucharon y lo mucho que disfruté con las increíbles mujeres
como la madre de Atamarie en la anterior novela, en ésta los personajes
femeninos hacen cosas que logran sacar a una de quicio….
Roberta,
íntima amiga de Atamarie, será la otra protagonista de la novela. Roberta
decide hacerse maestra, y durante la mayor parte del libro se nos presenta como
un personaje tímido, inseguro y obsesionado con conseguir el amor de Kevin
Drury, el tío de Atamarie, que es un poco mayor que ellas. Se pasará
prácticamente toda la novela corriendo detrás de Kevin, quien dicho sea de
paso, la ignora por completo, ya que para él seguirá siendo toda la vida la
amiga mona de su sobrina pequeña. Así que tampoco me ha gustado el personaje de
Roberta, ya que en vez de ser una mujer luchadora o innovadora en su profesión,
o de intentar llevar y disfrutar de una vida independiente, su cabecita se
dedica prácticamente todo el tiempo a planear y planificar la forma de hacer
que Kevin Drury se fije en ella, por lo que me ha parecido muy triste que una
mujer pierda el tiempo de esa manera…
No ha sido
este el cierre a la trilogía que yo esperaba la verdad…Para mí, este ha sido el
libro de todos los escritos por la autora cuya trama me ha parecido más
aburrida, tanto por la falta de fuerza en los personajes femeninos como por el
argumento, que no me ha parecido tan emocionante ni atrapante como en otras
ocasiones…
Como puntos
positivos tengo que mencionar como ya he dicho anteriormente que me ha gustado
conocer de cerca un poquito más sobre la guerra de los bóers, también la parte
tocante a la cultura maorí me sigue resultando de lo más atractiva, pues en
cada novela aprendo más sobre ellos y cada vez me resultan más apasionantes sus
tradiciones, sus costumbres, sus leyendas, su historia y su estilo de vida.
También debo decir a su favor, que como es habitual en sus novelas, a pesar de
las 800 páginas la lectura resulta ágil en todo momento y el libro se lee
enseguidita, aún siendo el argumento un poquito más aburrido que en otras
ocasiones.
Quizás las
sufragistas neozelandesas dejaron el listón muy alto y por eso ahora la novela
no ha cumplido mis expectativas, no obstante, tengo que decir que pasar unos
días en Nueva Zelanda rodeada de la mágica cultura maorí resulta siempre de lo
más reconfortante, por lo que a los seguidores de la autora estoy convencida de
que esta novela les resultará, como mínimo, entretenida.
Os dejo los enlaces a todas las novelas de Sarah Lark que tengo reseñadas en el blog:
TRILOGÍA DE LA NUBE BLANCA
SERIE CARIBE
TRILOGÍA KAURI
3. Las lágrimas de la diosa maorí
No era una trilogía que me llamara y por lo que cuentas, sigue igual, sin llamarme la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, como te he dicho por twitter, esta autora me llama mucho, pero nunca se porque libro decantarme jaja una pena que este no te haya convencido tanto como el anterior.
ResponderEliminarBesitos
Me he leído todos los libros de Sarah Lark! Pero tienes razón...este último no me ha gustado nada.
ResponderEliminarMe encanta tu Blog!